martes, 23 de agosto de 2016

Personajes: Entrevista a la Teóloga Olga Consuelo Vélez Caro




1.- ¿Quién es Olga Consuelo Vélez Caro?

Una creyente que llegó al camino teológico por responder a una llamada que el Señor me regaló desde muy joven y que he podido vivir y disfrutar a lo largo de mi vida. Soy Colombiana, docente de la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana, mi especialidad es la teología sistemática y doy clases sobre diversos tópicos de esta. También me gusta escribir tanto en revistas académicas como pastorales y colabora con cursos y conferencias a diversos grupos que me lo solicitan.


2.- ¿Cómo asume su papel de teóloga y cuántos años lleva dedicada a esa profesión?

 Mi papel de teóloga lo asumo como una vocación que me concentra todos mis pensamientos y acciones y a la que le entrego mis días y horas, siempre con el ánimo de anunciar al Señor, de que más gente pueda conocerlo a través de una formación teológica sólida y que lleve al compromiso. Diría que tengo como dos preocupaciones grandes: que el mensaje sea liberador, especialmente, para los más pobres y promueva la inclusión de la mujer. Por eso los estudiantes, muchas veces me clasifican como teóloga de la liberación y feminista. Podría decir que si estoy comprometida con esas reflexiones, sabiendo que cualquier perspectiva tiene límites pero que si proporcionan un horizonte que da más sentido a lo que se reflexiona y enfatiza aquello que se ve más urgente transformar. Llevo más de 28 años trabajando en la Facultad de Teología de la Pontificia universidad Javeriana y 17 años de haber recibido el Doctorado en Teología, doctorado que estudié en Brasil, en la Universidad Pontificia Católica de Rio de Janeiro.


3.- A su opinión ¿Siente que en la historia de la Teología se ha marginado el papel de la mujer?

 Por supuesto. No sólo en la historia de la teología sino en la historia de la Iglesia. Pero estamos en un momento de transformación de esa realidad y cada día aumenta el número de teólogas, lo cual hace posible cambiar el rostro de la teología y volverlo, también más femenino. No obstante, no es tan fácil moverse en este ambiente porque aún hoy, en algunos lugares se niega el título eclesiástico (título que dan las universidades pontificias, diferente al título civil) a todos los que no son clérigos y, por supuesto, a las mujeres y, de igual manera, no es fácil que se contrate a mujeres en dichas facultades como profesoras. Casi siempre se abre el camino porque no hay un sacerdote para dictar una asignatura pero, si pueden evitarlo, todavía hoy, lo hacen. Por parte de los estudiantes también depende del ambiente del que provienen. Si se les ha formado en una visión muy clerical, son reticentes, en primera instancia, a una profesora mujer. Hay que esperar que pase el tiempo y sean los hechos los que muestren que se es buena profesora. Esto significa que a la mujer le toca esforzarse el doble o tiene que validar su competencia, cosa que no les ocurre, normalmente, a los clérigos.


4.- ¿Cómo definiría la teología feminista? 

En primer lugar hay que aclarar que la palabra “feminista” causa rechazo en los ambientes eclesiales. Por lo tanto, parece políticamente más correcto, no hablar de feminismo sino de femenino. Por eso toca aclarar, casi siempre, qué se entiende por cada uno de estos términos y por qué, actualmente, la mayoría de teólogas interesadas en el tema de la mujer, si nos definimos como teólogas feministas. Hemos dejado de asumir el término “femenino” porque tradicionalmente se identifica con los roles asignados culturalmente a la mujer: ser más tierna, más detallista, más dedicada al hogar, más intuitiva, más sentimental y muchos otros estereotipos que nos llevan a ocuparnos de las cosas en un segundo plano y que impide un protagonismo social y eclesial en iguales condiciones que los varones. Si femenino no significara todo esto en el imaginario general, se podría usar ese término. Pero como eso no es así, se prefiere el término “feminista” en el sentido de un reconocimiento de la dignidad de la mujer en igualdad de condiciones que los varones y en la exigencia de transformación de todos aquellos límites que ponen a la mujer en un segundo lugar. La teología feminista es un punto de llegada de la conciencia de las mujeres de irse incorporando a la teología. En primer lugar se llamó “teología de la mujer” porque suponía reflexionar sobre las mujeres y su presencia en la Biblia, por ejemplo. En un segundo momento se llamó “teología de la feminidad” buscando con esto que los roles asignados a las mujeres –de los que acabamos de hablar- fueran valorados y se pudieran incorporar a la teología como formas femeninas de hacer teología. Pero, actualmente, se va asumiendo más el término teología feminista porque lleva a que las mujeres hagan teología no sólo aportando lo asignado a la mujer, sino reflexionando en igualdad de condiciones con los varones, revisando y sistematizando, todas las áreas de la teología, con todos los métodos adecuados para ello, preguntándose muy a fondo, de qué manera tales reflexiones pueden promover a las mujeres, rechazando todos aquellos estereotipos que las hacen estar en un segundo lugar, en la sociedad y en la iglesia. Lógicamente el feminismo se ha identificado con el aborto, o con derechos sexuales o con lesbianismo y por eso tanto rechazo. Pero sin necesidad de identificarse con estos aspectos –propios de la pluralidad de feminismos- no se puede perder lo esencial de este que ha sido la posibilidad de que las mujeres ganarán la ciudadanía y pudieran ser consideradas seres humanos con la misma dignidad que los varones y con la posibilidad de participar de todos los escenarios.


5.- A su opinión ¿Es posible que podamos ver  la Ordenación de Diaconisas, en la Iglesia Católica, a corto plazo? 

En mi opinión creo que no. Pero con el Papa Francisco hemos visto actitudes que no esperábamos y, por eso, todo es posible. Digo que no creo que lo veamos pronto porque por ahora es una comisión para estudiar si hubo diaconas en los orígenes del cristianismo y en qué consistía su ministerio. Aunque en esa comisión hay algunas personas que explícitamente, en sus escritos, han respondido afirmativamente, falta ver qué argumentan los otros miembros de la comisión. Y una vez den sus resultados, no quiere decir que esto sea obligante para abrir la puerta al diaconado de mujeres. Ya hemos tenido otras comisiones que han respondido afirmativamente a una consulta y luego se han tomado decisiones distintas. Además hay un sector muy conservador en la iglesia que se opondrán decididamente a un cambio en ese sentido. De todas maneras, espero que las puertas se sigan abriendo y pronto veamos cambios sustanciales en la Iglesia.


6.- ¿Qué enfoque y aplicación debe tener el Método Teológico en el quehacer actual de la Iglesia Católica? 

Tal vez me haces esta pregunta porque conoces que mi tesis doctoral fue sobre el método teológico. No hay un único método ni la iglesia puede alinearse a una sola perspectiva. Pero, lo que está claro es que la teología tiene métodos que la validan y por eso la iglesia jerárquica puede acoger más rápido y con más confianza los aportes de la teología. A veces hay desconocimiento de los avances teológicos o resistencia por los cambios que implican. Lógicamente el método latinoamericano que la Conferencia de Aparecida valora profundamente (n.19), del ver-juzgar-actuar, es muy pertinente porque nos hace fijarnos en los signos de los tiempos, reflexionar teológicamente sobre ellos y volver a la vida para poner en práctica las consecuencias que de esa reflexión se derivan.


7.- ¿Qué piensa en relación con la teología desarrollada por los laicos? 

Estamos en un momento de más apertura el laicado y de que muchos ya tienen título de doctorado en teología. Esto es bien importante porque se tocan temas más extra eclesiales y de alguna manera la teología y la iglesia se enriquece mucho más. Falta que puedan tener más presencia en las facultades y más divulgación de sus trabajos, lo cual no es tan fácil, para que sus reflexiones sean más conocidas y se pueda visibilizar este rostro laical de la teología y de la iglesia.


8.- Dentro de su formación académica puede hablarnos de su trabajo investigativo en el Boston College. 

La mayor relación que he tenido es por el “Lonergan Institute” que tiene el Boston College y mi interés por las obras de Bernard Lonergan. Como dije antes, mi tesis doctoral sobre el método, se basó principalmente en este autor (y la relación con la teología de la liberación, en la persona de Clodovis Boff). Por eso he podido participar varias veces del seminario que sobre este autor se programa cada verano, con diferentes temáticas, y he podido conocer a muchas personas y familiarizarme con su producción. Con ese contacto mi investigación sobre el método ha seguido actualizándose y ha sido una riqueza mantener ese contacto.


9.- Pudiera hablarnos de sus próximos proyectos.

 En este momento estoy escribiendo sobre “Cristología feminista”, quiero publicar un pequeño libro sobre esa temática. Quiero seguir investigando en esa línea abarcando más aspectos. Tengo un blog en el que escribo mis reflexiones, a partir del cual se puede conocer mi pensamiento (http://blogs.periodistadigital.com/fe-y-vida.php) ), como también los artículos que van apareciendo en diversas revistas teológicas y pastorales y que algunos de ellos están disponibles en (https://javeriana.academia.edu/OlgaConsueloV%C3%A9lezC).


10.- ¿Qué piensa de Temas Teológicos y Filosóficos http://temasteologicosyfilosoficos.blogspot.com/, como página de difusión de la Teología? 

Me parece muy importante que se fomenten este tipo de blogs para que la teología y la filosofía tengan un rostro más público y puedan divulgarse sus contribuciones. Te felicito por esta iniciativa y deseo que sigas teniendo muchos seguidores. Y gracias por interesarte por mi trabajo y publicar esta entrevista.

jueves, 18 de agosto de 2016

Personajes: Entrevista al Teólogo Rafael Luciani


1.- ¿Quién es Rafael Luciani?

Rafael Luciani es Doctor en Teología por la Pontificia Università Gregoriana de Roma, donde también estudió la Licenciatura en Teología Dogmática. Es Licenciado en Educación, mención Filosofía, por la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas, y tiene estudios en Filosofía por la Università Pontificia Salesiana de Roma. Estuvo, finalmente, varios años en la Julius Maximilians Universität de la ciudad de Würzburg, realizando investigaciones académicas. Ha sido Director de los Estudios de Teología de la UCAB y Coordinador para la Creación del Área de Teología de los Estudios Generales de Postgrados de la UCAB ante el CNU. Ha dedicado años de trabajo a la promoción y apertura de los estudios de Teología para laicos. Es profesor de Cristología Bíblica y Dogmática, con muchas publicaciones, en inglés y español, en el área. También ha enseñado cursos sobre los Orígenes del Cristianismo, Misterio de Dios, Pneumatología y otros relacionados con la fe y la política. Actualmente es profesor Titular por la UCAB, Straordinario por la UPS de acuerdo al sistema URBE (Roma) y Asociado por el Boston College (Boston, USA).



2.- ¿Cómo asume su papel de teólogo y cuantos años lleva dedicado a esa profesión?

La teología es una vocación, un servicio que trasciende a la academia, porque uno reflexiona y conceptualiza desde la experiencia y las relaciones con las personas. Desde ahí voy haciendo teología partiendo de una lectura del Evangelio y siempre preguntándome qué haría Jesús en nuestra época hoy. Hace más de 15 años estoy dedicado de lleno a la enseñanza teológica. Durante los primeros años trabajando en la UCAB, me confiaron presidir la comisión encargada de diseñar y montar las maestrías en teología que hoy en día tenemos. Pero, a la par de eso, abrí un Diploma a nivel de postgrados para que los laicos profesionales pudieran estudiar teología con un buen nivel académico y con una orientación social y pastoral, que permitiera conectar lo que hacían, en sus distintas profesiones, con la reflexión teológica. A partir de ahí gran parte de mi tiempo lo dedico a abrir la teología al laicado. Creo que esto es una deuda de la Iglesia, especialmente donde el ambiente clerical sigue muy vigente.


3.- A su opinión  ¿Cuál es el desempeño que debe tener el teólogo venezolano, en función a la realidad de su país?

El teólogo en cualquier lado debe contribuir a los procesos de humanización que se deban generar en una sociedad. Por ejemplo, apoyar siempre a la democracia y los derechos humanos como bienes alcanzados por la humanidad y que no pueden ser derogados. También optar, tanto con el acompañamiento como con la reflexión, por los más pobres de la sociedad, especialmente las víctimas de la exclusión y todos aquellos que hoy viven sin posibilidad de tener posibilidades. En Venezuela, la reflexión teológica debe necesariamente contribuir a formar esta conciencia por una auténtica democracia y el reconocimiento de los procesos de inclusión sociocultural. Aquí podemos recordar al Papa Francisco cuando dice que si los problemas de los pobres no se resuelven, los problemas de nadie encontrarán solución. Esto es muy válido para Venezuela hoy. Y en esto puede contribuir el teólogo venezolano.


4.- ¿Cómo definiría la teología latinoamericana?

Es una teología de los signos de los tiempos. Es decir, parte del análisis de la época, sus características, sus retos y problemas. Para ello aplica el método del discernimiento de la realidad. Es una teología de la encarnación, porque no podemos hacer teología de escritorio o como ejecutivos de grandes corporaciones que trabajan sólo en espacios cerrados. El estar con las personas, en su realidad, compartiendo su cotidianidad, es fundamental para el teólogo latinoamericano. Y de ahí ir reflexionando, conceptualizando, a la luz de la Escritura y en coherencia con la Tradición y el Magisterio. Pero siempre teniendo como centro a la praxis de Jesús. Por eso la teología latinoamericana es siempre una teología que parte de los Evangelios, porque se nutre del seguimiento de Jesús.


5.- ¿Qué relación tiene la religiosidad popular con la teología?

La religiosidad popular o religión popular es la manera en la que los pueblos expresan su fe, mediante ritos, gestos y oraciones que hablan de lo que viven cada día, de sus problemas, de sus esperanzas, de sus necesidades. No podemos quedarnos en lo externo de ella, como pueden ser las procesiones o los ritos. Tenemos que descubrir lo que realmente mueve a las personas a practicar la religiosidad popular. Lo que el Papa Francisco llama el "alma" o la mística que se encuentra detrás. Al descubrir eso, encontraremos que lo que esta forma de vivir la fe expresa es una profunda conexión entre la fe y la vida cotidiana vivida en conjunto, en relaciones, en comunidad. Esto es algo que nos puede enseñar mucho cuando la tendencia actual, cada vez más dominante en la Iglesia, es la de propiciar una religión privada, la de sólo asistir a la misa los domingos y confesarse individualmente, pero en ningún caso se entiende que la religión significa religación, relación, estar con el otro, vincularme a aquél que no conozco o me cae mal, para construir un camino de fraternidad y llegar, algún día, a llamarlo hermano.


6.- ¿La teología siempre  va asociada a una disciplina?

La teología académica o profesional está dividida en disciplinas, como toda ciencia. Estas pueden ser la dogmática, la espiritualidad, la pastoral, la fundamental, la bíblica y otras más que ayudan a comprender el misterio de la revelación desde perspectivas distintas. Sin embargo, esta división por disciplinas comienza hacia el siglo XI y ha hecho que perdamos esa noción tan importante que es la visión sistemática que debe tener todo teólogo. No podemos pensar por apartados. La realidad se ve siempre en conjunto y se aborda de forma interdisciplinar. Este camino de diálogo con otras ciencias es algo que se está recuperando después del Vaticano II y que tiene que ser profundizado. Especialmente si queremos comprender y responder a los signos de los tiempos actuales.

7.- ¿Qué piensa en relación con la teología desarrollada por los laicos?

Como decía anteriormente es una deuda de la Iglesia en la mayoría de los países. Muchos presbíteros creen que la teología es sólo para los curas y que los laicos debemos tener una formación religiosa pero no una formación teológica seria. Hay realmente pocos laicos teólogos profesionales en América Latina. Para ello, las Universidades deben apostar por abrir los programas de teología a los laicos y la Iglesia debe abrir sus puertas, como lo ha hecho en algunos otros lugares, para que estos laicos teólogos puedan trabajar. Que la teología no sea un accesorio simplemente, sino que se vaya convirtiendo en vocación y servicio cristiano. Esto es tan importante que no es lo mismo la perspectiva teológica de un cura que de un laico, porque no vive los mismos problemas que uno a todo nivel. Además recordemos que la mayoría de los clérigos y religiosos no estudian teología como tal, sino un básico de 3 ó 4 años, más o menos, que es el Bachillerato o Diploma de teología que se les exige para ser ordenados. Pero luego no siguen un estudio académico que les permita dar un aporte teológica en la Iglesia. Esto también es una deuda de la Iglesia en América Latina, el de poder ofrecer una mejor formación al clero, de mayor calidad y con más posibilidades para que podamos contar con homilías bien preparadas, por ejemplo. Cosa que la gente critica mucho porque la mayoría de las homilías que uno escucha son muy vagas e improvisadas, y con poca fundamentación teológica y bíblica. En fin, el laicado puede aquí ejercer una presión importante y colaborar en este sentido al prepararse teológicamente.


8.- Pudiera hablarnos de sus próximos proyectos

Estoy montando en Boston College una proyecto de formación en línea de teología, pastoral y espiritualidad completamente gratuito para toda América Latina. Son programas de formación continua que permitirán acceder a una formación de nivel mediante una plataforma en línea que cualquier persona puede acceder. Culminan en certificados de extensión, lo que permite que cualquier persona puede inscribirse y cursarlo. No necesita tener una carrera universitaria previa. La idea es hacer llegar la reflexión teológica y el impulso que nos trajo el pontificado de Francisco a todos los rincones de América Latina. El proyecto se inauguar en Octubre con el primer curso que daré sobre los "Aspectos teológicos y sociales del pontificado de Francisco". Un tema actual no sólo para comprender a Francisco y las reformas en la Iglesia, sino también para acercarnos a temas de actualidad que afectan nuestra vida cristiana cada día. Para tener más información me pueden contactar (lucianir@bc.edu) o ingresar a la página de la Escuela de Teología del Boston College y buscar el Programa de Formación continua en español.


9.- ¿Qué piensa de Temas Teológicos y Filosóficos http://temasteologicosyfilosoficos.blogspot.com/, como página de difusión de la Teología?

Desde hace algún tiempo la sigo y creo que hay que apoyar todas las iniciativas virtuales que permitan difundir, más allá de los lugares donde vivimos, temas de actualidad pero abordados desde una perspectiva teológica. Es lo que el jesuita Antonio Spadaro llama la Cyberteologia. Creo que este es el valor y el reto de esta web y los proyectos que de ahí de puedan derivar. Hay que pensar cómo orientar estos proyectos hacia la formación para no quedarnos sólo en los artículos de opinión y análisis. Este creo que es un reto pendiente del mundo teológico virtual.