domingo, 12 de octubre de 2025

12 de octubre: Nuestra Señora del Pilar



12 de octubre: Nuestra Señora del Pilar

Hoy, con este breve Evangelio, notamos el sabor del pueblo sencillo que —admirado por la figura de Jesucristo— se expresa de una forma espontánea por boca de una mujer: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!» (Lc 11,27). Este piropo que a través de Cristo se dirige a María, el Señor lo acepta complacido, pero prefiere añadir algo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan» (Lc 11,28).


Se podría decir que se añade una nueva bienaventuranza, la de la Palabra, que constituye al mismo tiempo un nuevo piropo a María Santísima, esta vez por parte de su Hijo. Porque Ella fue la primera que escuchó y aceptó la Palabra de Dios en el anuncio del Ángel con su “fiat” incondicional. Su «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38) fue un asentimiento de fe que abrió todo un mundo de salvación. Como dice san Ireneo, «obedeciendo, se convirtió en causa de salvación para sí misma y para todo el género humano».


Esta bienaventuranza de la Palabra nos recuerda también aquel otro pasaje evangélico, en el que Jesús llama familiar suyo a todo el que escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen» (Lc 8,21).


María es Madre de la Iglesia. María es Madre de todos los que sinceramente aceptan la Palabra de Dios e intentan cumplirla alegremente como hijos suyos. La altura que la Virgen alcanza en la fe, mediante la escucha y la práctica de la Palabra de Dios, la convierte en un claro ejemplo de fe para el discípulo de Cristo. La figura de María nos enseña que creer en la Palabra de Dios (escucharla y practicarla) supone un cambio radical en nuestra vida diaria.


Pensamientos para el Evangelio de hoy

«La Virgen concibió a Cristo en sus entrañas de carne, y nosotros lo llevaremos en las de nuestro corazón. María ha alimentado a Cristo dando a sus labios la leche de su seno, y nosotros podemos ofrecerle la comida variada de las buenas acciones» (San Pedro Damián)


«‘Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen’: Jesús muestra la verdadera grandeza de María, abriendo así también para todos nosotros la posibilidad de esa bienaventuranza que nace de la Palabra acogida y puesta en práctica» (Benedicto XVI)


«En virtud de su cooperación singular con la acción del Espíritu Santo, la Iglesia ora también en comunión con la Virgen María para ensalzar con Ella las maravillas que Dios ha realizado en Ella, y para confiarle súplicas y alabanzas» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.682)

«¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!» (Lc 17,13)


Domingo 28 (C) del tiempo ordinario

Hoy podemos comprobar, ¡una vez más!, cómo nuestra actitud de fe puede remover el corazón de Jesucristo. El hecho es que unos leprosos, venciendo la reprobación social que sufrían los que tenían la lepra y con una buena dosis de audacia, se acercan a Jesús y —podríamos decir entre comillas— le obligan con su confiada petición: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!» (Lc 17,13).


La respuesta es inmediata y fulminante: «Id y presentaos a los sacerdotes» (Lc 17,14). Él, que es el Señor, muestra su poder, ya que «mientras iban, quedaron limpios» (Lc 17,14).


Esto nos muestra que la medida de los milagros de Cristo es, justamente, la medida de nuestra fe y confianza en Dios. ¿Qué hemos de hacer nosotros —pobres criaturas— ante Dios, sino confiar en Él? Pero con una fe operativa, que nos mueve a obedecer las indicaciones de Dios. Basta un mínimo de sentido común para entender que «nada es demasiado difícil de creer tocando a Aquel para quien nada es demasiado difícil de hacer» (San J. H. Newman). Si no vemos más milagros es porque “obligamos” poco al Señor con nuestra falta de confianza y de obediencia a su voluntad. Como dijo san Juan Crisóstomo, «un poco de fe puede mucho».


Y, como coronación de la confianza en Dios, llega el desbordamiento de la alegría y del agradecimiento: en efecto, «uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias» (Lc 17,15-16).


Pero..., ¡qué lástima! De diez beneficiarios de aquel gran milagro, sólo regresó uno. ¡Qué ingratos somos cuando olvidamos con tanta facilidad que todo nos viene de Dios y que a él todo lo debemos! Hagamos el propósito de obligarle mostrándonos confiados en Dios y agradecidos a Él.



Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Sigamos nosotros a Cristo y supliquemos al Padre con Él. No imitemos la conducta de Judas, abandonando a Cristo después de haber participado de sus favores y haber cenado espléndidamente con Él» (Santo Tomás More)


«Nuestro Dios es un Dios que se hace cercano. Un Dios que empezó a caminar con su pueblo y luego se hizo uno de su pueblo, en Jesucristo. Con esa cercanía que dio ánimo a esos diez leprosos para pedirle que los limpiara… Nadie quería perder esa cercanía» (Francisco)


«Toda alegría y toda pena, todo acontecimiento y toda necesidad pueden ser materia de la acción de gracias que, participando en la de Cristo, debe llenar toda la vida: ‘En todo dad gracias’ (1Tes 5,18)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.648)

viernes, 10 de octubre de 2025

La Goetia



La Goetia, primera sección del Lemegeton o Clavícula de Salomón menor (manuscrito de tradición mágica anglosajona y continental, siglo XVII aunque con fuentes medievales), describe 72 espíritus o demonios que, según la tradición ocultista, fueron supuestamente invocados y dominados por el rey Salomón. Cada uno tiene nombre, rango jerárquico (rey, duque, príncipe, marqués, conde, presidente, caballero) y atributos particulares.

Te presento la lista completa, en orden tradicional (1–72), con una breve nota explicativa sobre su papel en la demonología de la Goetia:


Reyes y príncipes principales

Bael — Rey; da invisibilidad; aparece con cabeza de sapo, gato y hombre.

Agares — Duque; enseña lenguas, hace huir a enemigos.

Vassago — Príncipe; espíritu benévolo en apariencia, revela lo oculto y el pasado.

Samigina (Gamigin) — Marqués; enseña ciencias liberales, habla de almas ahogadas.

Marbas — Presidente; enseña mecánica y curación de enfermedades, da sabiduría oculta.

Valefor — Duque; familiar de ladrones, da habilidad en robo y astucia.

Amon — Marqués; reconcilia amigos y enemigos, aparece como lobo con cola de serpiente.

Barbatos — Duque; entiende el canto de aves y voces de animales, da tesoros ocultos.

Paimon — Rey poderoso; enseña artes, ciencias, da dignidad y secretos.

Buer — Presidente; enseña filosofía natural, moral y lógica; cura enfermedades.

Gusion — Duque; responde a todas las preguntas, reconcilia amistades.

Sitri — Príncipe; incita amor y lujuria, revela secretos de mujeres.

Beleth — Rey terrible; relacionado con amor apasionado.

Leraje — Marqués; causa heridas que se pudren, experto en arquería.

Eligos (Abigor) — Duque; caballero, conoce cosas del futuro, guerras, ejércitos.

Zepar — Duque; hace a mujeres amar a hombres y estériles.

Botis — Presidente; aparece como víbora, da reconciliación y respuestas.

Bathin — Duque; transporta personas de un país a otro rápidamente.

Sallos (Saleos) — Duque; incita amor verdadero entre sexos.

Purson — Rey; revela tesoros ocultos, responde sobre cosas ocultas.


Continuación jerárquica

Marax (Morax) — Conde/Presidente; enseña astronomía y fitoterapia.

Ipos — Conde/Príncipe; conoce el futuro y da valentía.

Aim (Aym/Haborym) — Duque; enciende fuegos, da ingenio.

Naberius — Marqués; experto en artes liberales, da elocuencia.

Glasya-Labolas — Presidente; incita homicidios, da invisibilidad.

Bune (Bimé) — Duque; mueve cadáveres, hace ricos y sabios.Ronove — Marqués; enseña retórica, da conocimiento de idiomas.

Berith — Duque; da respuestas, pero mentiroso; asociado a alquimia.

Astaroth — Duque poderoso; revela secretos, enseña ciencias.

Forneus — Marqués; enseña retórica, hace ganar amigos y enemigos.


Medio listado

Foras — Presidente; enseña virtudes de piedras y hierbas, da invisibilidad.

Asmoday (Asmodeus) — Rey fuerte; da anillos mágicos, enseña aritmética, geometría.

Gaap — Presidente/Príncipe; transporta personas, enseña filosofía.

Furfur — Conde; incita amor, crea tormentas eléctricas.

Marchosias — Marqués; lobo alado; esperanzado en regresar al cielo.

Stolas — Príncipe; enseña astronomía y propiedades de plantas.

Phenex — Marqués; aparece como fénix, enseña poesía.

Halphas — Conde; construye torres y armas de guerra.

Malphas — Presidente; construye casas y fortalezas, entrega enemigos.

Raum — Conde; roba tesoros, destruye ciudades, reconcilia enemigos.


Última sección

Focalor — Duque; destruye barcos, controla vientos y mares.

Vepar — Duque; gobierna aguas, hace heridas gangrenosas.

Sabnock — Marqués; construye torres, inflige úlceras.

Shax — Marqués; roba dinero, causa sordera y ceguera.

Vine — Rey/Conde; revela cosas ocultas, construye torres.

Bifrons — Conde; enseña ciencias, cambia cadáveres de lugar.

Uvall (Vual) — Duque; da amor de mujeres y amigos, revela pasado y futuro.

Haagenti — Presidente; convierte metales en oro, agua en vino.

Crocell — Duque; enseña geometría y artes liberales, produce ruidos de agua.

Furcas — Caballero; enseña filosofía, lógica, retórica.


Conclusión (últimos 22)

Balam — Rey; da invisibilidad, respuestas, y astucia.

Alloces — Duque; enseña astronomía, da respuestas claras.

Caim — Presidente; da respuestas en enigmas, enseña lógica.

Murmur — Duque/Conde; enseña filosofía, necromancia, trae almas de los muertos.

Orobas — Príncipe; fiel, da respuestas verdaderas, da dignidad.

Gremory — Duque; incita amor de mujeres, da tesoros escondidos.

Ose — Presidente; convierte hombres en animales, enseña artes.

Amy — Presidente; enseña astrología y artes liberales, da posiciones en la Iglesia.

Orias — Marqués; enseña astrología y transformación.

Vapula — Duque; enseña filosofía mecánica y ciencias.

Zagan — Rey/Presidente; convierte metales, agua en vino, da ingenio.

Valac — Presidente; revela tesoros ocultos, aparece como niño con dragón.

Andras — Marqués; incita discordia y homicidios.

Haures (Flauros) — Duque; destruye enemigos, da respuestas verdaderas.

Andrealphus — Marqués; enseña geometría y astronomía.

Cimejes (Cimeies) — Marqués; enseña gramática, lógica, habla sobre tesoros.

Amdusias — Duque; da música y hace oír trompetas invisibles.

Belial — Rey poderoso; da dignidades y favores de amigos y enemigos.

Decarabia — Marqués; aparece como estrella, enseña virtudes de piedras y aves.

Seere — Príncipe; viaja rápidamente, lleva cosas de un sitio a otro.

Dantalion — Duque; conoce pensamientos de todos, mueve voluntades.

Andromalius — Conde; devuelve bienes robados, castiga ladrones.


📚 Notas finales de contexto académico:

La lista pertenece al Ars Goetia, parte de la tradición grimórica europea (no a la Biblia ni a textos judíos originales).

Muchos nombres derivan de deidades o espíritus de culturas antiguas (cananea, mesopotámica, grecorromana), reelaborados por la demonología cristiana medieval y renacentista.

En exégesis histórica, no se consideran “demonios reales” sino categorías de la literatura mágica occidental.

Citas Bíblicas del Nuevo Testamento donde aparece Satanás

 


A. SATAN / SATANÁS (σάταv / σατανᾶς) — pasajes principales en el NT

(Referencias seleccionadas y claves; otras referencias léxicas sobre “diablo/διάβολος” en la sección siguiente.)

Mateo 4,1–11 — Tentación de Jesús en el desierto (ὑπὸ τοῦ σατανᾶ).

Exégesis: presenta a Satanás como tentador que intenta desviar la misión mesiánica; uso de citas del AT.

Marcos 1,12–13; Lucas 4,1–13 — Paralelos sinópticos de la tentación.

Exégesis: función narrativa semejante a Mateo; subraya carácter vicario de la prueba.

Lucas 10,18 — “Vi a Satanás caer del cielo como un rayo.”

Exégesis: imagen cósmica de derrota; vinculación con la tradición apocalíptica.

Juan 13,2; 13,27 — “ya estaba puesto Satanás en el corazón de Judas” / “Satanás entró en él” (Judas).

Exégesis: el NT narra la acción personal de Satanás sobre agentes humanos en la historia de la Pasión.

Hechos 5,3 — Pedro a Ananías: “¿por qué llenó Satanás tu corazón...?”

Exégesis: uso de la figura para explicar la iniciativa del pecado comunitario.

1 Tesalonicenses 2,18 — “Satanás nos estorbó” (Pablo).

Exégesis: imagen de obstáculo a la predicación.

2 Corintios 11,14–15 — “Satanás se disfraza como ángel de luz.”

Exégesis: el peligro de la seducción herética se describe con metáfora satánica.

Apocalipsis 12:9; 20:2; 20:10 — “el gran dragón… llamado Diablo, Satanás”.

Exégesis: cristianismo apocalíptico identifica a Satanás con un enemigo cósmico derrotado por el Cordero.

Fuente: NABRE / Biblia de Jerusalén (notas). 

Bibliografía/índice léxico: concordancia completa de la forma griega Σατανᾶς / Σατάν (consulta Strong’s, y entradas en Blue Letter / BibleHub). 


B. DIABLO (διάβολος / diabolos) — ocurrencias clave y nota

La voz διάβολος aparece repetidamente en el NT (Strong’s G1228 — ca. 37–38 ocurrencias). En castellano suele traducirse “diablo”, “calumniador”, “acusador” o “adversario”.

Lista de versículos representativos:

Mateo 4:1; 13:39; 25:41 (juicio final: preparado para el diablo).

Mateo 16:23 / Marcos 8:33 — “¡Quítate de delante de mí, Satanás! (ὑπάγε ὀπίσω μου, Σατανᾶ)” — Jesús reprende a Pedro (el texto emplea el vocablo que se traduce aquí a menudo por “Satanás/diablo”).

Juan 8:44 — “padre del diablo” (διαβόλου).

Juan 6:70 — “¿No elegí yo a los doce? Y sin embargo uno de vosotros es un diablo.”

Hechos 10:38 — “oprimidos por el diablo” (πεπίπρασθαι ὑπὸ τοῦ διαβόλου).

Efesios 6:11 — “contra las artimañas del diablo” (μεθοδείαις τοῦ διαβόλου).

1 Timoteo 3:6–7; 1 Tim 3:7 — “no sea arrogante... para que no caiga en la condenación del diablo.”

1 Pedro 5:8–9 — “vuestro adversario, el diablo, ronda como león rugiente.”

Santiago 4:7 — “Resistid al diablo y huirá de vosotros.”

Judas 1:9 — “Miguel el arcángel… disputó con el diablo”.

Exégesis resumida: διάβολος funciona tanto como denominación del Príncipe del Mal (Satanás) como término figurado (acusador, calumniador) aplicado a hombres que actúan contra Dios. La literatura paulina y petrina lo usa para advertir contra las prácticas engañosas del mundo y para exhortar a la vigilancia espiritual. (Índice completo aquí: Strong’s G1228). 


C. DEMONIO / DEMONIOS (δαιμόνιον / δαιμόνια) y “ESPÍRITUS INMUNDOS” — corpus sinóptico y pauliniano

La palabra griega δαιμόνιον (daimonion, Strong’s G1140) y las expresiones πνεῦμα ἀκάθαρτον / πνεῦμα πονηρόν aparecen decenas de veces en el NT; son el vocabulario del exorcismo y de la demonología evangélica. A continuación recojo los núcleos más importantes por libros — para una lista exhaustiva ver el índice Strong’s G1140.


Evangelios (principalmente Marcos, Mateo, Lucas) — selección de episodios:

Mateo 4:24; 8:16–17; 9:32–34; 10:1; 12:22–29; 15:22–28; 17:14–21; 8:28–34 (Gadarén/Legión); 12:24–27 (Belcebú).

Exégesis: Mateo conserva numerosos relatos de expulsión de espíritus (expresión “echó fuera espíritus” / ἐκβάλλει δαιμόνια). 

Marcos 1:23–34; 5:1–20 (Legión); 7:24–30; 9:14–29; 16:17 (en parte textual-critica).

Exégesis: Marcos, el “evangelio del exorcismo”, registra la autoridad de Jesús sobre los espíritus. 

Lucas 4:33–41; 8:26–39 (Legión paralelo); 11:14–26 (Belcebú debate).

Exégesis: Lucas añade matices social-pastorales (por ejemplo la misión del liberado a proclamar). 


Hechos de los Apóstoles

Hechos 8:7 — “espíritus impuros” exorcizados por Felipe en Samaria; Hechos 16:16–18 — la esclava adivina con “espíritu de adivinación” (πνεῦμα πυθωνικόν / pneuma pythona) que Pablo expulsa; Hechos 19:11–20 — exorcismos y el escándalo de los hijos de Esceva; Hechos 10:38 habla de Jesús “sanando a los que estaban oprimidos por el diablo” (cf. supra). 


Cartas Paulinas y católicas

1 Corintios 10:20–21 — “lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a demonios, no a Dios” (συναναθρώσκουσιν τοῖς δαιμόνιοις) — reflexión teológica sobre idolatría y demonología.

Gal 1? (paulinas: tema de “espíritus engañadores” en 1 Tim 4:1: “en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores (πνεύμασιν πλάνοις) y a doctrinas de demonios (διδαχαῖς δαιμονίων).”)

1 Timoteo 4:1 — “enseñanzas de demonios” (διδαχαῖς δαιμονίων). 


Revelación (Apocalipsis)

Apocalipsis 16:13 — “ví a tres espíritus inmundos como ranas, que salían de la boca del dragón, de la bestia y del falso profeta; son espíritus de demonios que obran señales.” (NABRE).

Exégesis: imagen simbólica de falsos milagros y seducción del poder apocalíptico. 

Nota sobre “espíritu inmundo / impuro” (πνεῦμα ἀκάθαρτον)

El término aparece repetidamente en los sinópticos (aprox. 20 veces) y se asocia a posesión y purificación ritual; su lectura exige sensibilidad a la tradición judía sobre impureza ritual. (Ver entrada “Unclean spirit” y comentarios en Biblia de Jerusalén). 

Bibliografía/índice léxico completo: Strong’s G1140 (δαιμόνιον) — lista exhaustiva de las ~60 apariciones en el NT. 


D. BEELZEBUL / BELCEBÚ (Βεελζεβούλ / Belcebú)

Pasajes: Mateo 12:24–27; 10:25 (ref.) ; Mark 3:22–27; Luke 11:15–19.

Texto clave: acusación de los escribas: “Él expulsa a los espíritus por Belcebú, príncipe de los demonios.”

Exégesis: Belcebú es receptáculo toponímico/epíteto que el judaísmo del período puede conectar con un nombre deidad pagana (Baal-ẓebûb) reelaborado como “señor de las moscas” o “señor de las alturas”. En los evangelios sin óptica cristológica, sirve como acusación calumniosa que Jesús corrige teológicamente. 


E. LEGIÓN — episodio y referencias

Marcos 5:1–20 (texto original y forma más detallada) — el demonio responde: “Mi nombre es Legión; porque somos muchos.”

Lucas 8:26–39 — paralelo de Marcos.

Mateo 8:28–34 — versión sinóptica que menciona “dos endemoniados” (Mateo menciona dos).

Exégesis: la palabra “Legión” comunica la multitud de espíritus y tiene resonancias político-militares (legión romana) — lectura simbólica que puede aludir, en la imaginación evangelística, a la opresión imperial o al carácter multitudinario del mal. 


F. BELIAL — única ocurrencia principal

2 Corintios 6:15 — “¿Qué acuerdo hay entre Cristo y Belial?” (Βελίαλ)

Exégesis: el término belial aparece en tradiciones judías como sinónimo de impiedad / personificación del mal; Pablo lo utiliza en un sentido antitético: señor de la necedad/iniquidad opuesto a Cristo. Es un préstamo tradicional y no un “demonio” sistematizado como en Apocalipsis. 


G. BAAL y LILITH — ¿aparecen en el Nuevo Testamento?

Baal: no como deidad citada directamente en el NT (Baal es figura del AT y de la LXX), aunque el NT critica contextos de idolatría y, teológicamente, identifica la idolatría con “sacrificar a demonios” (1 Cor 10:20). No hay una mención literal de “Baal” en el canon del NT.

Lilith: no aparece en el canon del NT. (Lilith aparece sólo en Isaías 34:14 en la MT / algunas traducciones LXX/masoréticas y en la literatura posterior).

Conclusión clara: Lilith y Baal son figuras del AT y del folclore; en el NT no aparecen como nombres activos en los textos canónicos. 


H. IMÁGENES APOCALÍPTICAS / DEMONIOS EN APOCALIPSIS

Apocalipsis 9:20 — “los hombres que sobrevivieron no se convirtieron de las obras de sus manos… ni dejaron de adorar demonios (δαιμόνια)”.

Apocalipsis 12:3–9 — dragón, bestia, Satanás expulsado al mundo — grandes imágenes demonológicas.

Apocalipsis 16:13 — ya citado: “espíritus de demonios, que obran signos”.

Exégesis: el lenguaje apocalíptico personifica poderes y sistemas como “demonios” y “dragones”; exégesis exige simbolismo y análisis escatológico. 


I. Recursos y concordancias (para la lista completa palabra-por-palabra)

He incluido los pasajes clave y los núcleos exegéticos. Para la lista absoluta y palabra-por-palabra de todas las apariciones léxicas en el NT (cada ocurrencia de διάβολος, δαιμόνιον, πνεῦμα ἀκάθαρτον, σατανᾶς, Βεελζεβούλ, Βελίαλ, λέγιων, etc.) consulta las concordancias académicas siguientes — contienen listados exhaustivos versículo por versículo:

Strong’s concordance — G1228 (διάβολος) — lista completa de versículos con el término “diabolos”. 

Strong’s concordance — G1140 (δαιμόνιον) — lista completa de todas las apariciones de “demonio / demonios”. 

BibleHub / Blue Letter / StudyLight — interlineales y variantes textuales (útil para cotejar el griego y las traducciones católicas). 

NABRE (USCCB on-line) — textos católicos modernos (NABRE) en línea para cada pasaje citado; la Biblia de Jerusalén añade notas exegéticas de corte católico que he usado para las observaciones. 


Síntesis exegética final (breve)

El NT usa un vocabulario técnico: Satanás y diábolos para el adversario personal; δαιμόνιον / πνεῦμα ἀκάθαρτον para entidades que oprimen o poseen; Beelzebul y Belial como nombres tradicionales/epítetos; Legión como etiqueta narrativa para la multitud demoníaca. 

Función narrativa y teológica: los evangelios usan exorcismos para mostrar la autoridad mesiánica de Jesús; las cartas usan el lenguaje demoníaco para denunciar la idolatría y la seducción doctrinal; Apocalipsis personifica poderes políticos y falsos cultos como “espíritus” y “demonios”. 

Lo que no está en el NT: Lilith y Baal (como nombres activos) no son parte del corpus neotestamentario canónico; referencias a prácticas idolátricas sí existen y se interpretan en clave de “demonios” (1 Cor 10:20).

Análisis de la Exhortación Apostólica Dilexi Te



Contexto general

Dilexi te (“Te he amado”) fue firmada por León XIV el 4 de octubre de 2025, fiesta de San Francisco de Asís. 

Es su primera exhortación apostólica, heredada parcialmente de los proyectos finales del Papa Francisco, pero con sello propio de León XIV. 

Tema central: el amor hacia los pobres, entendido no sólo como caridad puntual sino como compromiso estructural, espiritual y doctrinal. 


Estructura (capítulos) y principales ideas

El texto está organizado en cinco capítulos. Aquí lo esencial de cada uno:

Capítulo Contenido esencial

Capítulo 1: “Algunas palabras indispensables” En este capítulo se establecen los fundamentos teológicos: el amor a los pobres está íntimamente unido al amor a Cristo. Jesús identifica su presencia en los más pequeños. Se invoca la espiritualidad de San Francisco de Asís como ejemplo paradigmático. El grito de los pobres interpela tanto a Dios como a la humanidad, exigiendo respuesta compasiva. 

Capítulo 2: “Dios opta por los pobres” Aquí se desarrolla la idea de que Dios, en su revelación en Jesús, se hace pobre voluntariamente, comparte nuestras fragilidades. El amor divino no puede separarse del amor al prójimo necesitado; si no hay compromiso con los pobres, la fe está incompleta. 

Capítulo 3 (Menos resaltado en los resúmenes, pero aborda la tradición de la Iglesia: santos, comunidad cristiana, monjes y órdenes mendicantes como modelos que no sólo ayudan, sino que se hacen pobres con los pobres; espiritualidad de compartir, servicio, hospitalidad y cercanía radical.) 

Capítulo 4: Estructuras de pecado en la economía Crítica fuerte a los sistemas económicos que producen pobreza. Se habla de “estructuras de pecado”: modos organizados de egoísmo, desigualdad, acumulación de riqueza en elites, indiferencia cultural ante los pobres. También se denuncia la cultura del descarte, donde los pobres no sólo sufren falta material sino exclusión social, falta de voz, de espacio. Se llama a una “economía del cuidado”. 

Capítulo 5 (y conclusión) Llamado claro a la conversión, no solo personal sino comunitaria e institucional. Que la Iglesia viva los pobres no solo como destinatarios de ayuda sino como sujetos protagonistas. Que la caridad no sea algo opcional, sino criterio de autenticidad cristiana. Que la Iglesia no se conforme con aliviar, sino con transformar. Final con invitación a mirar al pobre como “lugar de encuentro con Cristo”. 


Temas específicos que atraviesan todo el documento

Multiplicidad de las pobrezas

No hay una sola pobreza; se habla de pobreza material, social, cultural, espiritual, de quienes carecen de derechos, de espacio, de libertad. 

Crítica estructural y cultural

El documento apunta a que muchas de las formas de pobreza tienen causas estructurales: sistemas económicos injustos, desigualdades crecientes, modelos de éxito social basados únicamente en lo material. 

La cultura del consumo, el confort, el éxito, la acumulación son vistos como ilusiones de felicidad que echan sombra sobre la dignidad y la justicia. 

Pobre como sujeto

No se trata de compasión distante, sino de reconocimiento: los pobres tienen dignidad, tienen voz. No son meros objetos de intervención, sino agentes de evangelización, de transformación. 

La caridad como exigencia teológica

Amar a los pobres no es una opción ética decorativa, sino una exigencia del Evangelio, del seguimiento de Cristo. Ser cristiano coherente implica poner el amor activo hacia los pobres al centro. 

Herencia y continuidad con Francisco

Se reconoce que Dilexi te retoma proyectos de Francisco, que el pontificado anterior ya estaba trabajando este campo: Iglesia con los pobres, justicia social, etc. Pero León XIV imprime su propia voz y añade ciertos matices pastorales y de denuncia directa. 

Espiritualidad, identidad eclesial

La pobreza no solo importa en lo externo (acción social), sino que exige conversión interior: cómo vivimos, cómo la Iglesia se asemeja a Cristo crucificado y pobre. La santidad se halla también en la humildad, en compartir, en el servicio.


Filosofía y reflexión crítica

Aquí algunos puntos filosóficos que emergen, con implicaciones para ética, teología social, filosofía política:

La idea de dignidad humana se vuelve centro: cualquier sistema político o económico que margina, ignora o descarta personas falla en su fundamento ético.

El documento reintroduce (o acentúa) la distinción entre suficiencia material y justicia estructural: no basta que algunos reciban ayuda, sino que el sistema esté configurado para hacer que la pobreza sea cada vez menos probable.

La noción de estructura de pecado remite a responsabilidad colectiva, no solo individual; atañe tanto a gobiernos, empresas, como a la cultura en su conjunto.

Concepto de “protagonismo” de los pobres: esto puede verse como una implicación democrática de corte participativo, donde quienes sufren no son pasivos sino agentes éticos/políticos.


Posibles retos y tensiones

¿Cómo equilibrar acción social con doctrina de la Iglesia? Puede surgir tensión entre quienes desean un enfoque más dogmático/doctrinal o litúrgico frente a quienes enfatizan acción social. Dilexi te claramente apuesta por una Iglesia comprometida en lo social, lo que podría generar debate.

El llamado a transformar estructuras económicas implica riesgos: resistencia política, económica; necesidad de solidaridad internacional; redefinición de la riqueza, propiedad, distribución.

Hay necesidad de concreción práctica: cambiar mentalidades, pero también políticas públicas, estructuras legales, cooperación internacional. No basta con discurso pastoral si no hay acompañamiento institucional.


Conclusión

Dilexi te es un documento que pretende marcar una línea de horizonte para el pontificado de León XIV: una Iglesia más cercana a los pobres, que viva su fe en la justicia, que denuncie lo que descarte y excluya, que no conciba la caridad como añadido sino como criterio de autenticidad cristiana.

El amor hacia los pobres no es picoteo filantrópico: es el eje central del seguimiento de Cristo, del testimonio cristiano, de la identidad eclesial. La exhortación llama a conversiones múltiples: interior, comunitaria, estructural, cultural.


domingo, 5 de octubre de 2025

¿Qué tiene que ver la fe con el servicio?



Domingo 27 (C) del tiempo ordinario

Hoy se nos presenta un Evangelio con dos partes que parecen inconexas. ¿Qué tiene que ver la fe con el servicio? Sin darnos cuenta, constantemente reducimos la fe a conceptos e ideas. Relegamos la Fe simplemente a creer en Dios. ¡Y nos olvidamos de la dimensión relacional!


No se puede simplemente creer en Dios, no se trata de una idea; se trata de una relación viva, personal, transformadora, y eso lo cambia todo. La fe también es vivir el Evangelio. Y vivir el Evangelio, relacionarse con el Señor, nos sitúa como siervos, como servidores del Reino, en palabras del Papa León XIV: «En primer lugar, pues, está la relación con el Señor, cultivar el diálogo con Él. Entonces Él nos convertirá en sus obreros y nos enviará al campo del mundo como testigos de su Reino».


Así comprendemos por qué el Señor termina de este modo su enseñanza. Cuando el corazón está inundado por el Amor del Señor y la fe se vuelve realidad vivida, darlo a conocer es lo mínimo que podemos hacer (cf. Lc 17,10). Vivir como Él nos ofrece no es una forma de pagar lo recibido, pues es de valor incalculable; vivir como Él nos ofrece es el dinamismo natural del corazón enamorado. «Él me acompaña con su Espíritu, me ilumina y me transforma en instrumento de su amor para los demás, para la sociedad y para el mundo» (Papa León XIV).


Y ésa es nuestra labor como cristianos: ser luz en el mundo, hacer brillar este don que hemos recibido. A través de las obras y de las palabras en todo momento y lugar (cf. 2Tim 4,2). Eso es posible no por acciones concretas, sino porque toda nuestra vida se convierte en testimonio vivo del Amor que ha redimido al mundo. —«Señor, auméntanos la fe» (Lc 17,5), y seremos tus siervos.


Pensamientos para el Evangelio de hoy

«El Señor compara la fe perfecta al grano de mostaza porque en su aspecto es humilde, pero ardiente en lo interior» (San Beda el Venerable)


«Quien está sólidamente fundado en la fe, quien tiene plena confianza en Dios y vive en la Iglesia, es capaz de llevar la fuerza extraordinaria del Evangelio» (Benedicto XVI)


«La salvación viene sólo de Dios; pero puesto que recibimos la vida de la fe a través de la Iglesia, ésta es nuestra madre: Creemos en la Iglesia como la madre de nuestro nuevo nacimiento (…) (Fausto de Riez). Porque es nuestra madre, es también la educadora de nuestra fe» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 169)

sábado, 4 de octubre de 2025

Exégesis rigurosa del libro del Génesis



Haré una exégesis bíblica académica, crítica y teológica del Libro del Génesis, integrando las aportaciones señeras de exegetas y teólogos históricos y contemporáneos (patrística, judaísmo rabínico, escolástica, Reforma, y la crítica moderna). Seré directo y sintético: primero marco histórico-literario y metodológico; luego lectura capítulo-por-capítulo en grandes bloques; finalmente síntesis teológica y bibliografía recomendada para profundizar.


1. Marco metodológico y problema de la autoría


Autoría y formación: La investigación histórica y la crítica de las fuentes muestran que Génesis es obra compuesta: capas y tradiciones (típicamente designadas por las hipótesis documentarias J-E-P-D/«Fuente Yahvista», «Elohista», «Sacerdotal» y la «Deuteronomista» y su redacción posterior). Esto explica repeticiones, variantes de nombre divino (YHWH / Elohim), y dobles relatos (p. ej. creación en 1:1–2:4a vs 2:4b–25).


Fecha y contexto: Tradicionalmente vinculada a tradiciones orales muy antiguas; las capas sacerdotales se sitúan ampliamente en el exilio/post-exilio (siglo VI a. C.) para la final redacción; elementos jafistas podrían ser más antiguos (s. X–VIII a. C.).


Métodos exegéticos útiles: crítica de fuentes, crítica de formas (formgeschichte), crítica redaccional, análisis narrativo, estudio lingüístico y contexto del ANE (Medio Oriente antiguo), y lectura teológica (patrística, magisterio y tratadistas modernos). Toda exégesis debe operar entre texto y tradición interpretativa (judía y cristiana).


2. Principales tradiciones interpretativas y exegetas a considerar


Judaísmo rabínico clásico: Rashi, Ibn Ezra, Nahmanides (Ramban) — lectura midráshica y comentarística; Rashi enfatiza sentido literal con alusiones midráshicas; Ibn Ezra aporta sentido gramatical-hístorico.


Padres de la Iglesia: San Agustín (alistamiento teológico: Génesis bajo la luz de la creación ex nihilo y el pecado original; lectura tipológica), San Ireneo (tipología cristológica), Origen (alegoría y sentido espiritual).


Escolástica: Santo Tomás — integración de la lectura alegórico-moral-literal; importancia de la causalidad primera y orden teleológico.


Reforma: Martín Lutero (enfatiza la claridad del texto y la doctrina del pecado) y Juan Calvino (comentarios eruditos, histórica-gramaticales, atención pastoral).


Exégesis moderna: Gerhard von Rad (tradición y promesa; lectura teológica de la tradición primitiva), Claus Westermann (análisis de las tradiciones y forma), Gordon J. Wenham (comentario conservador, atención literal y teológica), Nahum M. Sarna (perspectiva judía moderna), Umberto Cassuto (crítica a concepciones documentarias en favor de unidad literaria), Robert Alter (análisis literario y estilo hebreo).


Teología contemporánea: Hans Urs von Balthasar, Karl Barth (lecturas teológicas cristocéntricas), Walter Brueggemann (profundiza en dimensión contrafactual de pacto y subversión), John H. Sailhamer (enfoque teológico-canónico sobre la historia del Pentateuco).


3. Estructura general y lineamientos exegéticos


Génesis puede leerse en dos grandes secciones:


A) Historia primitiva (1–11) — relatos cosmogónicos, antropogónicos, y de dispersión: creación (1–2), caída (3), Caín y Abel (4), genealogías y diluvio (5–10), torre de Babel (11). Temas: origen, fin último del hombre, pecado original y sus consecuencias, universalidad del pecado, juicio y misericordia divina, llamamiento a la ordenación social y religiosa.


B) Narrativa patriarcal (12–50) — historia de Abraham, Isaac, Jacob, José: promesa, alianza, elección, peregrinación y formación del pueblo. Temas: promesa y elección, fe y pacto, conflicto entre promesa y práctica, ética de la hospitalidad, providencia y sufrimiento.


4. Exégesis por grandes bloques temáticos

A. Génesis 1–11: la Historia Primordial

Génesis 1–2: relatos de la creación


Dos relatos contrastantes:


Gén 1:1–2:4a (orden sacerdotal): cosmos creado en siete días, Dios (Elohim) como legislador cósmico; estructura litúrgica y teológica (sabatismo). Interpretación sacerdotal: orden, santidad, bondad creada. Wenham y los comentaristas conservadores subrayan estructura poética y función cultual.


Gén 2:4b–25 (tradición más antropocéntrica, Yahvista): relato más cercano y narrativo del Jardín, formación de Adán y Eva, intimidad antropológica, acento en la relación y la vulnerabilidad humana. Von Rad y Westermann señalan aquí una tradición más antigua y anecdótica.


Teología central: creación ex nihilo (según lectura cristiana y patrística), dignidad humana (imagen de Dios, imago Dei — Gén 1:26–27), bondad original de la creación, orden moral y litúrgico (sabbath).


Debate clave: literalidad histórica vs. función teológica/mitopoética. Rabínicos y patrística aceptan historicidad funcional; crítica moderna suele hablar de mito cosmogónico adaptado a monoteísmo cultual.


Génesis 3: la caída


Estructura narrativa: tentación, desobediencia, juicio y proto-evangelio (v.15).


Lectura patrística/cristiana: Agustín desarrolla la doctrina del pecado original a partir de este texto; en la tradición cristiana se ve la «herida» ontológica y la necesidad de redención.


Lectura moderna: Westermann y Brueggemann subrayan la dimensión relacional: ruptura de confianza, expulsión como acto que permite historia y responsabilidad moral. Robert Alter insiste en la economía narrativa: el lenguaje mide consecuencias humanas sin reduccionismos.


Vocabulario teológico: «proto-evangelio» (v.15) interpretado por la tradición cristiana como anuncio de victoria mesiánica — lectura cristocéntrica.


Génesis 4–11: Caín y Abel; genealogías; diluvio; Babel


Caín y Abel (4): violencia fraterna como corrupción social; exégesis moral y sociológica (Brueggemann lee como crítica a la sustitución de culto). Rashi y la tradición rabínica exploran motivos de envidia y la posibilidad de arrepentimiento.


Genealogías (5): función teológica (transmisión de pecado y promesa) y estructura literaria; von Rad lee genealogías como marco para tradición sapiencial.


Diluvio (6–9): juicio contra corrupción generalizada; Noé como figura de gracia; pacto del arco iris (9:8–17) — el Diluvio presenta tensión entre justicia y misericordia divina. Sarna y Wenham discuten fuentes y motivos mesopotámicos (epopeya de Gilgamesh).


Torre de Babel (11): dispersión y diversidad lingüística; explicación etiológica de la pluralidad cultural y punitiva pero también providencial (preparación para la elección de Abraham).


B. Génesis 12–50: Narrativa patriarcal

Génesis 12–25: Abraham y la promesa


Llamado de Abram (12:1–3): pivot teológico: promesa universal («serás una bendición para todas las familias de la tierra»). Von Rad y Brueggemann resaltan el carácter de «tradición de promesa» que estructura la historia de Israel.


Covenant motif (15; 17): ritualización de la promesa; pacto como acto relacional que define la identidad. Cassuto y Sarna discuten formas e instituciones ANE.


Interacciones éticas y narrativas: Hagar, Agar/Ismael, litigios, pruebas (sacrificio de Isaac en 22): texto crucial para teología de la fe (para Hebreos y tradición cristiana, Abraham como ejemplo supremo de fe — Calvino enfatiza fe y obediencia).


Lectura crítica: los estudios modernos examinan la construcción del relato y su función para justificar reclamaciones territoriales, linajísticas y teológicas.


Génesis 25–36: Isaac y Jacob


Historia de Isaac: continuidad del linaje y problemas de bendición.


Jacob/Israel (25–36): engaños, sueño de Betel, lucha con el ángel (32) — episodio teológico: transformación: Jacob → Israel (tránsito de destino humano a identidad nacional). Westermann, von Rad y Alter elogian la riqueza psicológica y la complejidad literaria de estos relatos.


Temas: violencia familiar, bendición como eje teológico, providencia que no suprime libertad ni culpa.


Génesis 37–50: José y la providencia


José: relato unificado, bien hilado literariamente (Joseph novella), con funciones teológicas: providencia divina que transforma traición en salvación (45:7–8; 50:20). Robert Alter y Wenham destacan maestría narrativa y el tema de la reconciliación.


Dimensión ética y teológica: perdón, justicia, elección y formación del pueblo que emigrará a Egipto.


5. Temas teológicos claves y su debate


Imago Dei (1:26–27): noción central para antropología cristiana y judía. Discusión sobre si implica racionalidad, relación, representación, vocación a dominio responsable. Tomás y la patrística lo vinculan a racionalidad y capacidad moral; Heideggerianos y exégetas contemporáneos (Brueggemann) subrayan relacionalidad.


Pecado y responsabilidad: Génesis muestra el pecado como soberbia, desobediencia y ruptura relacional más que una abstracción metafísica; la tradición cristiana lo sistematiza (Agustín), pero la lectura literaria enfatiza consecuencias históricas y sociales.


Pacto y promesa: eje narrativo que va desde llamada de Abraham hasta la formación de Israel. Von Rad y Sailhamer subrayan que la historia de la promesa da sentido canónico al Pentateuco.


Providencia y libertad: tensiones teodiceas (Diluvio, José) muestran un Dios que actúa soberanamente pero permitiendo la libertad humana y la responsabilidad moral. Teólogos (Barth, Balthasar) verán en esto un drama redentivo que culmina en la narrativa cristiana.


Lectura tipológica y cristológica: la patrística y la teología cristiana leen muchos pasajes como prefiguraciones de Cristo y la Iglesia (p. ej. Isaac/Ismael, José y Cristo, proto-evangelio de Gén 3:15). Exégesis moderna advierte sobre sobre-alegorizar y aboga por equilibrar sentido literal e iglesia-lectura teológica.


6. Recepción judía y cristiana: tensiones interpretativas


Rabínica: rabinos usan midrash para ampliar sentido ético y narrativo (p. ej. sobre la suerte de personajes, motivos de la caída). Rashi es clásico en anclar interpretación literal-comentarial; Ramban ofrece lecturas filosóficas y místicas.


Cristiana: desde los Padres hasta el Magisterio, Génesis ha sido base para doctrina de la creación, el pecado, y la salvación. Dei Verbum (Vaticano II) recuerda la necesidad de lectura atenta al género literario y al sentido que Dios quiso comunicar.


7. Críticas modernas y respuestas


Crítica de la historicidad: la historia primitiva se lee a menudo como etiología mitopoética; la narración patriarcal tiene núcleos de memoria histórica pero también función ideológica. Autores como Cassuto desafían fragmentación excesiva; otros (von Rad, Westermann) aceptan complejidad de tradiciones.


Lectura feminista y postcolonial: reevaluación de patriarcado, representación de mujeres (Eva, Sara, Rebeca, Lea, Raquel, Tamar), reclamando lectura crítica de poder y violencia. Brueggemann y comentaristas contemporáneos integran estas críticas en la teología pastoral.


Arqueología y ANE: paralelos mesopotámicos y cananeos ayudan a entender motivos (p. ej. relatos del Diluvio), sin reducir el mensaje teológico a un simple préstamo cultural.


8. Conclusión analítica y síntesis


Génesis es texto fundante para la teología bíblica: establece el origen, dignidad humana, el problema del mal, la dinámica del pacto y la providencia que guía la historia de la salvación. Es literariamente plural y teológicamente multivocal: combina mito transformado, memoria histórica, legislación cultual, genealogía y narrativa. Los grandes exegetas —desde Rashi y Agustín hasta von Rad, Wenham o Alter— coinciden en que no puede reducirse a una sola metodología: exige lectura sincrética que articule historia, literatura y teología. Para la fe, Génesis despliega la trama inicial del plan salvífico; para la ciencia histórica, plantea preguntas sobre fuentes y contextos; para la ética, ofrece una antropología normativa que continúa desafiando a la modernidad.


9. Bibliografía recomendada (selección académica, para profundizar)


Nahum M. Sarna, Genesis: The Traditional Hebrew Text with the New JPS Translation Commentary (Jewish Publication Society) — perspectiva judía moderna.


Robert Alter, The Art of Biblical Narrative y su Genesis: Translation and Commentary — análisis literario y traducción.


Gordon J. Wenham, Genesis 1–15 y Genesis 16–50 (Word Biblical Commentary) — comentario conservador, erudito.


Gerhard von Rad, Genesis: A Commentary — enfoque teológico y de la tradición.


Claus Westermann, Genesis 1–11 & Genesis 12–36 & Genesis 37–50 — estudio exegético formativo.


Umberto Cassuto, A Commentary on the Book of Genesis — crítica a ciertas tesis documentarias y lectura unitaria.


John H. Sailhamer, The Pentateuch as Narrative — enfoque teológico-canónico.


Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica (selecciones sobre creación y providencia).


San Agustín, La Ciudad de Dios (libros XI–XIV sobre creación y caída).


Walter Brueggemann, Genesis: Interpretation: A Bible Commentary for Teaching and Preaching — lectura teológica contemporánea y pastoral.


Documentos eclesiásticos: Dei Verbum (Vaticano II) y catequesis patrísticas sobre Génesis.

Citas Bíblicas del Antiguo Testamento donde se menciona a Satanás



Muchas voces antiguas usan términos distintos (hebreo: śāṭān = adversario/“el acusador”; šēdîm = demonios/espíritus; lîlîṯ / lilith = criatura nocturna; ʿazāzēl / Azazel = término problemático —posible espíritu/desierto—). Donde procede, indico si el hebreo o la LXX/Griego usa otra imagen. Ahora la lista.


Lista de pasajes (Orden aproximado por libro / uso tradicional)


Job 1:6–12; 2:1–7 — “ha-satan” / el acusador en la corte celestial.

Exégesis: en el libro de Job aparece el término hebreo הַשָּׂטָן (ha-satan) en un marco de tribunal divino; figura que acusa y pone a prueba a Job por mandato (o permiso) divino. Aquí la función es judicial/testing, no aún la figura plenamente dualista del mal posterior.

Fuente (traducción y notas católicas consultadas): USCCB / NAB (Job 1–2). 

USCCB


Zacarías 3:1–2 — “el satan” como fiscal/acusador de Josué el sumo sacerdote.

Exégesis: escena visionaria donde satan acusa a Josué; el texto presenta al acusador en el “juicio celestial” y el Ángel del Señor defiende al sumo sacerdote. Interpretación tradicional: protección sacerdotal y perdón. La nota crítica subraya la función de “acusador” (satan) similar a Job.

Fuente: USCCB (Zac 3:1-2). 

USCCB


1 Crónicas 21:1 — “Satan” (שָׂטָן) se alza contra Israel e incita a David.

Exégesis: el cronista (relectura de 2 Samuel 24) atribuye la iniciativa para el censo a Satan; aquí el término aparece sin artículo y se trata a menudo como un agente adversario que provoca la tentación/inducción al pecado. Marca un paso hacia la personalización del adversario.

Fuente: USCCB / notas históricas; comparación con 2 Samuel. 

USCCB


Salmo 109 (108):6 — “y que Satan se presente a su derecha” (hebreo: שָׂטָן).

Exégesis: imprecatorio; el término hebreo satan aparece en la fórmula de maldición: “que un acusador se ponga a su diestra”. En el contexto psalmódico funciona como “adversario” o agente acusador (a veces leído como figura humana o espiritual).

Fuente: USCCB (comentario al Salmo 109). 

USCCB


Deuteronomio 32:17 — “sacrificaron a los shedim (demonios), no a Yahveh.”

Exégesis: el hebreo שֵׁדִים (šēdîm) traducido frecuentemente como “demonios” o “espíritus” —se refiere a entidades paganas/espirituales a las que se ofrecieron sacrificios. El contexto es censura profética contra la idolatría.

Fuente: BibleHub / BibleGateway (traducciones y nota léxica). 

Bible Hub


Salmo 106 (105):37 — “Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios” (traducción común).

Exégesis: recuento histórico–litúrgico de la infidelidad de Israel; el término traducido “demonios” refleja culto idólatra a poderes paganos (los “demonios” aquí son deidades/espíritus extranjeros).

Fuente: USCCB / BibleGateway (comparación de traducciones). 

USCCB


Levítico 16:8, 10, 21–22 — Rito del chivo emisario y la palabra ʿazāzēl (Azazel).

Exégesis: el texto del Día de la Expiación nombra a Azazel en la ceremonia del chivo enviado al desierto. En la tradición interpretativa se ha leído a Azazel como una designación de un “espíritu del desierto / ser” o una fórmula ritual; la tradición judía y la exégesis moderna discuten si se refiere a un demonio, a un lugar o a un ritual técnico. En el corpus bíblico sirve para la simbología de expulsión del pecado.

Fuente: notas léxicas y comentarios (USCCB; estudios sobre Azazel). 

Anthony Delgado


Levítico 17:7 — “no ofreceréis más vuestros sacrificios a los se‘îrîm (traducido a veces: 'goat-demons' / 'satyrs').

Exégesis: el término hebreo שְׂעִירִים (se‘îrîm) —literalmente “cabras” o “seres peludos”— aparece en contextos que la LXX y la tradición interpretan como espíritus saturninos, satíricos o demoníacos. La nota de la Biblia católica lo traduce frecuentemente como “demonios/espíritus” (conexión con Is 13, 34).

Fuente: USCCB (nota en Lev 17:7) y comentarios léxicos. 

USCCB


Isaías 13:21; 34:14 — textos sobre criaturas nocturnas: “seirim/satyrs”, “Lilith” (en 34:14).

Exégesis: en pasajes apocalípticos sobre desolación aparecen criaturas del desierto (hebreo se‘îrîm) y en Isaías 34:14 la palabra hebrea לִילִית (lîlîṯ) aparece en la tradición masorética; muchas traducciones católicas la traducen por “criatura nocturna / Lilith / night-demon” según variantes textuales y la lectura de la LXX. Exégesis académica: Isaías usa imágenes mitológicas para expresar la desolación de los enemigos (la figura de Lilith pasa luego a la tradición mítico-folclórica).

Fuente: BibleGateway / BibleHub (comparación y notas) — sobre Lilith: variantes textuales y nota de traducción. 

BibleGateway

Sefaria


Tobit (Tobías) 3:7–8; 6; 8:1–3 (deuterocanónico) — Asmodeo (Asmodeus) como demonio que mata esposos.

Exégesis: en el libro de Tobit (canon católico; tradición helenística), Asmodeo (“aeshma-daeva” en el trasfondo iranio) es el demonio que mata a los maridos de Sara; el relato desarrolla la intervención angelical (Rafael) para expulsar al demonio mediante rituales médicos-litúrgicos. Es un testimonio explícito de demonología en la literatura judía helenística y aparece en la Biblia católica porque Tobit es deuterocanónico.

Fuente (texto y notas): Biblia de Jerusalén / USCCB / BibleGateway (Tobit 3; 6; 8). 

USCCB

BibleGateway


Daniel — adiciones (griego): “Bel and the Dragon” / historias complementarias (deuterocanónicas) — relatos contra falsos dioses y sacerdocios que promueven ídolos.

Exégesis: aunque no aparece un “demonio” clásico, estas secciones (aceptadas en el canon católico a través de la LXX) muestran la lucha contra prácticas idolátricas, falsas divinidades y engaños sacerdotales; son importantes para la historia de la demonización de ciertos cultos. (Se cita por su interés en demonio/idolatría en el corpus griego del AT).

Fuente: notas sobre las adiciones a Daniel (LXX / deuterocanónicos). 

Christianity.com


Textos conexos y referencias léxicas — pasajes con vocabulario asociado: Génesis (serpiente en Gn 3 —figura interpretativa posterior ligada a Satanás en lectura cristiana); Job/Salmos/Proverbios con imágenes de monstruos (Leviatán, Rahab) que la tradición patrística y medieval incorpora a la cosmología del mal.

Exégesis: muchos de esos textos usan imágenes primordiales (serpientes, monstruos marinos) que, si bien no dicen literales “Satanás” en todo caso, serán reinterpretadas por la exégesis cristiana como símbolos o manifestaciones del poder del mal. Para estudio exegético hay que distinguir texto bíblico y tradición interpretativa (patristica y rabínica).

Fuente: estudios exegéticos y notas bíblicas comparadas (Job, Génesis; comentarios). 

Bible Hub


Notas exegéticas generales y observaciones académicas (resumidas)


Distinción léxica: el hebreo śāṭān originalmente significa “adversario / acusador” y aparece como título en Jb y Zac (con artículo: ha-satan), mientras que en 1 Crónicas y Salmos aparece sin artículo y puede entenderse como nombre personal. La evolución semántica hacia la figura de un “príncipe del mal” ocurre gradualmente en la literatura post-exílica y en la intertestamental (ver Tobit, literatura apocalíptica). 

USCCB


“Demonios” en el AT: términos como šēdîm, se‘îrîm, o imágenes del desierto (espíritus / «satyrs», «goat-demons») aparecen en textos legislativos y proféticos que censuran la idolatría (Deut 32; Lev 17; Is 13, 34; Sal 106). En la Biblia católica (basada en la LXX para los deuterocanónicos) estos términos suelen traducirse por “demonios / espíritus” con notas que explican la polisemia. 

Bible Hub


Libros griegos / deuterocanónicos: Tobit (Asmodeo) es el ejemplo más directo en la Septuaginta/deuterocanónicos de una demonología narrativa donde la figura/espectro maligno actúa con agencia y es exorcizado por intervención angelical. Por eso requiere que se estudie el corpus LXX si se quiere una visión completa de la demonología bíblica. 

USCCB


Azazel (Lev 16) y Lilith (Is 34:14) son términos problemáticos y discutidos: la exégesis moderna debate si son nombres de seres, designaciones rituales o restos de tradiciones mitológicas. Por ejemplo, Azazel puede ser nombre de un poder del desierto o expresión ritual; Lilith en el texto massorético quizá sea “criatura nocturna” y la LXX ofrece variantes. En interpretación académica, ambos deben tratarse con cautela y con dependencia de la evidencia textual y del trasfondo del ANE (Medio Oriente antiguo). 

Anthony Delgado


Fuentes bibliográficas principales usadas (ediciones / recursos en línea consultados)


Biblia de Jerusalén (traducción española; ediciones y notas) — consultas en portales de Biblia Católica y versiones en línea (para Tobit y notas deuterocanónicas). 

Bíblia Católica Online


United States Conference of Catholic Bishops (USCCB) — New American Bible (NABRE) online — para Job, Zacarías, 1 Crónicas, Levítico, Deuteronomio, Salmos y notas críticas. 

USCCB


BibleGateway / BibleHub — comparaciones textuales (traducciones, notas léxicas) para Deuteronomio 32:17, Salmos 106:37, Isaías 34:14, Levítico 17:7, etc. 

Bible Hub


Estudios y artículos de exégesis (notas léxicas y comentarios disponibles en línea) sobre Azazel, se‘îrîm, šēdîm, lîlîṯ, y la recepción en la tradición deuterocanónica (p. ej. análisis sobre Tobit / Asmodeo).

viernes, 3 de octubre de 2025

¿Por qué Edith Stein es importante en el Personalismo?



Edith Stein es considerada una figura influyente del personalismo porque centró su pensamiento en la persona humana como un ser único y digno de respeto, concibiéndola como una unidad de cuerpo, alma y espíritu abierta a la trascendencia. Su enfoque antropológico, especialmente en obras como La estructura de la persona humana, la convierte en una filósofa clave para el personalismo, al analizar la estructura y la constitución de la persona a partir de los conceptos de yo, alma, cuerpo y espíritu, y su relación con la libertad y los valores. 

Conceptos clave de su personalismo:

La persona como ser digno: Para Stein, la persona es un valor en sí misma, con una dignidad intrínseca que debe ser respetada y valorada. 

Unidad del ser humano: Concibe a la persona como una entidad que abarca lo físico (cuerpo) y lo espiritual (alma y espíritu), interconectados e inseparables. 

Libertad y creatividad: La persona es fundamentalmente un ser libre, capaz de crear valores a través de sus actos espirituales. 

La persona en el «espíritu objetivo»: Además de su vida interior, la persona se desarrolla en contacto con el «espíritu objetivo», que son las creaciones del espíritu humano, como el arte, la ciencia y la cultura. 

Antropología y pedagogía: Su análisis de la persona fundamenta su pedagogía y su preocupación por el desarrollo integral del ser humano, buscando que cada persona descubra y desarrolle sus dotes personales. 

Su influencia en el personalismo:

Marco filosófico: Stein proporciona un marco antropológico robusto para el personalismo, profundizando en la naturaleza de la persona y su sentido en el mundo. 

Enfoque ético: Su énfasis en la dignidad de la persona influye directamente en la ética personalista, que se centra en la valoración del individuo. 

Educación: Su trabajo pedagógico, que busca la formación integral del individuo para su pleno desarrollo, es una aplicación directa de sus ideas personalistas. 

Diálogo con otros pensadores: Su estudio de la fenomenología, el yo y la empatía, bajo la influencia de Edmund Husserl y Max Scheler, la sitúa como una figura central en la evolución de la filosofía personalista.