domingo, 31 de agosto de 2025

Resumen del libro: “From PSYOP to MindWar” de Michael Aquino



Resumen de las ideas centrales de “From PSYOP to MindWar: The Psychology of Victory” (1980), el breve pero influyente “talking paper” redactado por el entonces Mayor Michael A. Aquino con el coronel Paul E. Vallely para el 7º Grupo de Operaciones Psicológicas del Ejército de EE. UU. El propio Aquino añadió una introducción y notas en 2003 que ayudan a situar el texto y su recepción pública. 


Qué propone “MindWar”

Aquino y Vallely plantean un giro de tuerca: pasar de unas PSYOP “tácticas” y subordinadas al combate a una doctrina estratégica, previa y abarcadora, cuya finalidad es modelar la voluntad y la percepción de todos los participantes—enemigos, neutrales y los propios—antes de que haya disparos. MindWar, dicen, es “la convicción agresiva y deliberada, inculcada en todos los participantes, de que ganaremos la guerra”. En la práctica, sustituye coerción física por dominio del ecosistema informativo y simbólico, explotando de forma prioritaria los medios electrónicos (radio y televisión, entonces potenciados por satélites y grabación de video). 


El documento insiste en la preeminencia estratégica de MindWar: no es “apoyo” al mando, sino matriz de la que deben derivarse las decisiones operativas. Si se espera a “llegar al campo de batalla”, ya es tarde; hay que inocular, en tiempo de paz o de preconflicto, una predisposición a la derrota en la sociedad enemiga y blindar la propia contra propaganda adversaria. 


“Verdad”, fuente y carisma

Para evitar el descrédito asociado a la propaganda, MindWar se proclama “axiomáticamente veraz”: su fuerza vendría de “enfocar la atención en la verdad del presente y del futuro”, no de mentir ni de medias verdades. El mensaje sería creíble por la autoridad de su fuente—la potencia que hará real lo que afirma—y por el “rapport” entre emisor y público (confianza casi preconsciente). Esta combinación—potestas + carisma—sería más efectiva y sostenible que la propaganda tradicional, que se asume cínica y poco predecible. 


Ahora bien, el propio texto incorpora un caballo de Troya: “las medidas coercitivas… no deben ser detectables por medios ordinarios”. Se critica el uso de drogas o técnicas “burdas” por su coste reputacional, pero se deja abierta la puerta a coerciones invisibles. Esta tensión—“verdad” performativa y coerción indetectable—es uno de los puntos más problemáticos del manifiesto. 


Instrumentos: de medios masivos a “factores naturales”

La plataforma privilegiada de MindWar son los medios electrónicos globales, capaces de “penetrar las mentes del mundo” y saturar la agenda cognitiva. El texto, sin embargo, va más allá y sugiere capitalizar condiciones “naturales” que afectarían la receptividad psicológica: actividad electromagnética atmosférica, ionización del aire y ondas de frecuencia extremadamente baja (ELF)/infrasonido, citando literatura de aquella época. Aquí el documento especula: propone temporizar mensajes con esos supuestos ciclos o, incluso, co-modular emisiones mediáticas con infrasónico para inclinar estados atencionales. Esta sección es la más débil empíricamente y la que más ha alimentado su aura controvertida. 


Marco legal y alcance doméstico

El texto reconoce la prohibición legal estadounidense de dirigir PSYOP contra ciudadanos propios, pero a la vez formula que MindWar “debe” fortalecer a Estados Unidos negando al enemigo el acceso propagandístico al público doméstico y explicando la racionalidad del conflicto a ese mismo público. La frontera entre “explicar” y persuadir estratégicamente es fina; la ambivalencia normativa es evidente. 


Diagnóstico histórico y ambición

Vietnam es la plantilla diagnóstica: EE. UU. no perdió por inferioridad militar, sostienen, sino por ser superado en guerra psicológica. Conclusión: hay que reordenar la jerarquía doctrinal para priorizar MindWar y formar equipos permanentes, expertos de tiempo completo, insertos desde la planificación estratégica hasta el nivel batallón. La ambición es programática: una guerra de mentes permanente que haga innecesaria la destrucción física al alinear voluntades. 


Evaluación crítica

Performatividad de la “verdad”. La “verdad” en MindWar es, en rigor, una promesa performativa (“será verdad porque podemos imponerla”), no un compromiso epistémico con evidencia falsable. Este desplazamiento confunde ética de la comunicación con demostración de fuerza. La pretensión de “no mentir” queda minada por la admisión de coerciones indetectables. 

Epistemología débil en los anexos fisiológicos. Las alusiones a EM atmosférica, iones e ELF/infrasonido reflejan un clima intelectual setentero; hoy se consideran, en el mejor de los casos, hipótesis marginales y sin soporte robusto para aplicaciones masivas de control actitudinal. El propio texto cita divulgación y trabajos periféricos, no protocolos replicados a gran escala. Es el flanco tecnocientífico más vulnerable del documento. 

Riesgo totalizante. Al aspirar a “apoderarse de los medios por los que una población procesa información”, MindWar abraza una lógica de securitización de la esfera pública difícilmente compatible con pluralismo democrático. El reconocimiento de límites legales no disipa el riesgo de deslizarse desde “explicar” hacia gestionar percepciones en casa. 

Anticipación lúcida del info-entorno. Su lectura de la centralidad de medios electrónicos globales como teatro principal del conflicto fue, sin embargo, premonitoria. La idea de clima psicológico de inevitabilidad y de embedding mediático reaparece después en prácticas de comunicación estratégica y gestión de percepciones en conflictos posteriores, como el Golfo y 2003, según comentó el propio Aquino en su introducción. 


Veredicto

“From PSYOP to MindWar” no es una ordenanza oficial, sino un papel de reflexión que buscaba provocar a la comunidad PSYOP tras Vietnam. Su núcleo útil es estratégico: desplazar la fuerza bruta por superioridad narrativa, de agenda y encuadre, con prioridad temporal (antes de los tiros) y espacial (toda la sociedad). Su talón de Aquiles es doble: una ética de la “verdad” subsumida a la voluntad de poder, y una excursión tecnofisiológica especulativa. Leído críticamente, ilumina el tránsito histórico de la propaganda clásica hacia las actuales batallas por la atención, el ánimo y el sentido en un ecosistema mediático total.

Pávlov + guerra mental de Aquino: ¿Satanismo?



Si se quiere entender cómo se “condiciona” el pensamiento humano desde un punto de vista científico, hay que partir de Iván Pávlov y sus experimentos sobre condicionamiento clásico (el perro que saliva al escuchar la campana). Lo que después se aplicó en la manipulación de masas durante el siglo XX no es otra cosa que la extrapolación de esos principios fisiológicos a la psicología social y la propaganda.


Aquí te enumero el proceso en pasos claros y secuenciales:


Estímulo neutro (SN)

– Se introduce un estímulo que por sí mismo no provoca una reacción relevante (la campana de Pávlov, un logotipo político, una bandera).


Estímulo incondicionado (EI)

– Se asocia ese estímulo neutro a otro que sí provoca una respuesta automática (la comida en el perro, el miedo en tiempos de guerra, la sensación de seguridad frente a un líder).


Respuesta incondicionada (RI)

– El organismo reacciona de manera natural al estímulo incondicionado (el perro salivando, el ciudadano sintiendo miedo ante un bombardeo, la población buscando protección).


Asociación repetida

– A través de la repetición sistemática, el estímulo neutro se conecta con el incondicionado. La campana suena siempre que aparece la comida; la bandera siempre aparece en discursos donde se prometen soluciones; la figura del líder siempre está asociada a la idea de orden.


Condicionamiento

– El estímulo neutro se transforma en estímulo condicionado (EC). Ahora, la campana sola provoca salivación; la bandera sola genera obediencia; el eslogan provoca adhesión emocional.


Respuesta condicionada (RC)

– La reacción ya no depende de la causa original, sino del símbolo asociado. Se activa la emoción o el comportamiento deseado con solo presentar el estímulo condicionado.


Refuerzo y consolidación

– La respuesta se mantiene mediante refuerzos: recompensas, castigos, aprobación social, campañas mediáticas.


Generalización

– El condicionamiento se extiende a otros estímulos similares: no solo la campana, sino cualquier sonido parecido; no solo una bandera, sino cualquier símbolo patrio; no solo un discurso, sino cualquier figura que represente autoridad.


Mantenimiento mediante repetición masiva

– Durante el siglo XX, los Estados y los medios de comunicación replicaron este esquema: propaganda política, publicidad comercial, campañas de miedo (enemigo exterior, crisis económica, epidemias). El bombardeo constante asegura que la respuesta condicionada no se extinga.


Internalización

– Finalmente, la población integra la respuesta como “normal”, sin cuestionar el origen de su reacción. Así, el estímulo manipulado deja de percibirse como artificial y se convierte en parte del tejido cultural y emocional de la sociedad.


En suma: lo que Pávlov demostró con perros fue convertido en arma cultural y política a gran escala. El ciudadano del siglo XX fue condicionado con símbolos, repetición, recompensas y miedos, hasta el punto de que buena parte de sus reacciones colectivas estaban ya “programadas” sin necesidad de reflexión consciente.


1. Condicionamiento de masas en el siglo XX: ejemplos históricos


Estímulo neutro (SN):

– Ejemplo nazi: la esvástica, inicialmente un símbolo ario de tradición ancestral, sin carga directa sobre el pueblo alemán.


Estímulo incondicionado (EI):

– Asociado a emociones básicas: orgullo, miedo, hambre.

– Ejemplo soviético: la hoz y el martillo asociados a pan, trabajo y victoria proletaria.


Respuesta incondicionada (RI):

– Reacción natural de esperanza, seguridad o temor.

– Ejemplo estadounidense (Guerra Fría): el miedo nuclear moviliza adhesión a políticas agresivas.


Asociación repetida:

– Himnos, discursos, carteles, radio y cine refuerzan la ligazón.

– Ejemplo nazi: los desfiles de Núremberg, donde bandera = poder y unidad.


Condicionamiento:

– El símbolo o palabra adquiere valor absoluto.

– Ejemplo soviético: “Comrade” deja de ser solo “camarada” y pasa a significar pertenencia ideológica y seguridad colectiva.


Respuesta condicionada (RC):

– Con la sola presencia del símbolo se desencadena adhesión, miedo o disciplina.

– Ejemplo publicidad EEUU posguerra: Coca-Cola asociada a juventud y libertad americana.


Refuerzo y consolidación:

– Castigos a disidentes, premios a fieles.

– Ejemplo nazi: censura y represión como refuerzo negativo; ascenso social y reconocimiento para los seguidores como refuerzo positivo.


Generalización:

– Cualquier signo similar activa la reacción.

– Ejemplo Guerra Fría: “rojo” se convierte en sinónimo de “enemigo” en EEUU.


Repetición masiva:

– Radio, cine, TV, publicidad.

– Ejemplo: Plan Marshall, donde la propaganda vendía a EE.UU. como salvador de Europa frente al “fantasma comunista”.


Internalización:

– El ciudadano ya no cuestiona: se siente natural.

– Ejemplo: “American way of life” interiorizado como meta universal, incluso fuera de EEUU.


2. Guerra psicológica en la doctrina de Michael Aquino


Aquino, en su famoso texto “From PSYOP to MindWar” (1980, coescrito con Paul Vallely), rompe con la propaganda tradicional. No se trata solo de convencer, sino de alterar la percepción de la realidad. Sus pasos se pueden resumir así:


Identificación del blanco mental

– No solo masas extranjeras, también la propia población. Se busca influir en el inconsciente colectivo.


Uso de símbolos y arquetipos

– Aquino plantea que símbolos religiosos, míticos o esotéricos poseen poder psicológico superior al discurso racional.


Creación de una “realidad narrativa”

– La información no solo persuade: debe saturar la mente hasta desplazar interpretaciones alternativas.


Emoción sobre razón

– En MindWar, la emoción es la llave. Se manipula miedo, esperanza o culpa para reestructurar la visión del mundo del blanco.


Tecnología y medios como vehículo

– Desde TV y radio, hasta la hipótesis de usar frecuencias electromagnéticas y sonoras para inducir estados psicológicos colectivos.


Sustitución de propaganda externa por control interno

– A diferencia de la propaganda clásica (que “vende” un mensaje), MindWar busca que el sujeto sienta el mensaje como si fuera suyo, internalizándolo.


Extinción de la disidencia

– Al lograr que la visión implantada se viva como “realidad objetiva”, las ideas alternativas quedan marginalizadas, ridiculizadas o auto-censuradas.


El paso de Pávlov a Aquino es brutal: del perro condicionado a salivar ante una campana, a la sociedad condicionada para aceptar guerras, ideologías o estilos de vida sin necesidad de imposición explícita. Aquino entendió que el verdadero campo de batalla no eran las trincheras ni las calles, sino la mente.

¿Satanismo? ¿En qué consistió las operaciones psicológicas del Pentágono de 1975 a 1985?



Entre 1975 y 1985, las operaciones psicológicas (PSYOP) del Pentágono —conducidas principalmente por el U.S. Army Psychological Operations Group y supervisadas por el Comando de Operaciones Especiales— consistieron en el uso sistemático de propaganda, manipulación informativa y técnicas de persuasión masiva para influir en percepciones, emociones y conductas de poblaciones extranjeras e incluso, de manera encubierta, sobre la opinión pública norteamericana. Su propósito declarado era “ganar corazones y mentes” en el marco de la Guerra Fría, aunque en la práctica se trató de campañas de desinformación, guerra cultural y control narrativo.


Algunos elementos y ejemplos:

Campañas en América Latina

– Se desplegaron durante las dictaduras militares en Chile, Argentina, El Salvador y Guatemala. El Pentágono trabajó en conjunto con la CIA para difundir mensajes anticomunistas, justificar la represión interna y reforzar la imagen de los regímenes aliados como “guardianes contra la subversión”.

– Ejemplo: en El Salvador, a inicios de los 80, se utilizaron radios clandestinas y panfletos para desacreditar a la guerrilla del FMLN, mezclando información cierta con falsedades diseñadas para dividir a la población civil de los insurgentes.


Operaciones en Centroamérica – “Proyecto Truth”

– A partir de 1981, bajo la administración Reagan, se crearon campañas de “contrapropaganda” frente a las denuncias internacionales sobre violaciones de derechos humanos en Nicaragua y El Salvador. La PSYOP buscaba legitimar a la Contra nicaragüense como fuerza libertadora, ocultando su implicación en matanzas y narcotráfico.


Manipulación en Medio Oriente

– Durante la crisis del Líbano (1982–1984), las PSYOP difundieron mensajes dirigidos a debilitar la moral de grupos militantes y al mismo tiempo reforzar la imagen de la presencia estadounidense como estabilizadora.


Europa y la OTAN

– En países aliados de Europa Occidental, se financiaron medios y campañas para reforzar la percepción del bloque soviético como amenaza inminente. Ejemplo: la diseminación de folletos en Alemania Occidental que enfatizaban el peligro nuclear de los SS-20 soviéticos, justificando así el despliegue de misiles Pershing II de EE.UU.


Operaciones de “guerra cultural”

– En África y Asia se promovieron relatos que vinculaban los movimientos de liberación con “conspiraciones soviéticas”, con el fin de restar legitimidad a las luchas anticoloniales.


Un aspecto clave es que estas operaciones se enmarcaban dentro de la doctrina de low intensity conflict (conflicto de baja intensidad), donde no se trataba de ganar batallas convencionales, sino de controlar percepciones y debilitar ideologías rivales.


En paralelo, figuras como Michael Aquino, adscritas a PSYOP en esa época, defendían el uso de técnicas más sofisticadas de manipulación psicológica, llegando incluso a teorizar sobre la utilización de símbolos, rituales y mitologías para moldear la psique colectiva.

Caso Franklin, Satanismo, Rituales y la figura del militar Michael Aquino, en 500 palabras



El caso Franklin constituye uno de los episodios más polémicos y controvertidos de la historia contemporánea estadounidense. Lo que comenzó como una investigación sobre el desfalco financiero en la Franklin Community Federal Credit Union de Omaha, Nebraska, pronto derivó en una red de acusaciones que involucraban a políticos, empresarios y figuras vinculadas a los servicios de inteligencia. Entre los elementos más perturbadores de estas denuncias destacaron los testimonios de menores que afirmaban haber sido explotados sexualmente en un marco ritual, con símbolos y prácticas que remitían al satanismo.


El núcleo de estas narrativas no se limitaba a la esfera económica o al abuso individual, sino que situaba los hechos dentro de una estructura organizada, casi litúrgica, donde las víctimas eran sometidas a ceremonias que evocaban tanto el sacrificio como el control mental. En este terreno emerge la figura del teniente coronel Michael Aquino, oficial de las operaciones psicológicas del Pentágono y fundador del Temple of Set, un grupo esotérico de inspiración satanista. Aquino nunca fue condenado judicialmente, pero su presencia en las declaraciones de algunos testigos reforzó la percepción de que los rituales no eran meras fantasías producto del pánico moral de la época, sino expresiones de una posible convergencia entre poder militar, experimentación psicológica y prácticas esotéricas.


La doble identidad de Aquino —hombre de carrera dentro del ejército y al mismo tiempo líder de una corriente satanista organizada— encajaba en el imaginario colectivo como un símbolo de infiltración de lo oculto en las instituciones estatales. Las acusaciones de que ceremonias con menores se realizaron incluso en bases militares añadieron una dimensión de terror, sugiriendo que los rituales no eran actos aislados, sino parte de una maquinaria de dominación y control. Aquí el satanismo funcionaba menos como religión alternativa y más como un dispositivo de poder, donde lo ritual se mezclaba con lo político y lo psicológico.


El escepticismo judicial y mediático llevó a catalogar estas denuncias como falsas o carentes de pruebas consistentes. Sin embargo, el análisis crítico exige reconocer cómo la interacción entre testimonios, silencios institucionales y figuras ambiguas como Aquino alimentaron una narrativa donde la frontera entre mito y realidad se diluye. Incluso si las acusaciones rituales nunca se probaron judicialmente, su sola persistencia señala un punto neurálgico: la desconfianza hacia las instituciones encargadas de proteger, la sospecha de que agencias como el FBI o la CIA encubrieron hechos inconfesables, y la creencia de que el mal podía organizarse bajo la apariencia de religión o esoterismo.


El caso Franklin no es solamente un episodio judicial cerrado, sino un espejo oscuro de los miedos colectivos de los años 80 y 90: la infancia como víctima sacrificial, el satanismo como metáfora del poder deshumanizado, y la posibilidad de que detrás del discurso democrático se ocultara un tejido de prácticas rituales y de control mental. En este sentido, Michael Aquino se convierte en una figura clave no por lo probado, sino por lo simbólicamente plausible: un militar que encarna la inquietante simbiosis entre disciplina estatal, manipulación psicológica y devoción ritual.

No busquéis el primer lugar



Domingo 22 (C) del tiempo ordinario


Hoy, Jesús nos da una lección magistral: no busquéis el primer lugar: «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto» (Lc 14,8). Jesucristo sabe que nos gusta ponernos en el primer lugar: en los actos públicos, en las tertulias, en casa, en la mesa... Él conoce nuestra tendencia a sobrevalorarnos por vanidad, o todavía peor, por orgullo mal disimulado. ¡Estemos prevenidos con los honores!, ya que «el corazón queda encadenado allí donde encuentra posibilidad de fruición» (San León Magno).

¿Quién nos ha dicho, en efecto, que no hay colegas con más méritos o con más categoría personal? No se trata, pues, del hecho esporádico, sino de la actitud asumida de tenernos por más listos, los más importantes, los más cargados de méritos, los que tenemos más razón; pretensión que supone una visión estrecha sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea. De hecho, Jesús nos invita a la práctica de la humildad perfecta, que consiste en no juzgarnos ni juzgar a los demás, y a tomar conciencia de nuestra insignificancia individual en el concierto global del cosmos y de la vida.

Entonces, el Señor, nos propone que, por precaución, elijamos el último sitio, porque, si bien desconocemos la realidad íntima de los otros, sabemos muy bien que nosotros somos irrelevantes en el gran espectáculo del universo. Por tanto, situarnos en el último lugar es ir a lo seguro. No fuera caso que el Señor, que nos conoce a todos desde nuestras intimidades, nos tuviese que decir: «‘Deja el sitio a éste’, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto» (Lc 14,9).

En la misma línea de pensamiento, el Maestro nos invita a ponernos con toda humildad al lado de los preferidos de Dios: pobres, inválidos, cojos y ciegos, y a igualarnos con ellos hasta encontrarnos en medio de quienes Dios ama con especial ternura, y a superar toda repugnancia y vergüenza por compartir mesa y amistad con ellos.


Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Honor a ti, mi Señor Jesucristo, que, con todo tu glorioso cuerpo ensangrentado, fuiste condenado a muerte de cruz, cargaste sobre tus sagrados hombros el madero, fuiste llevado inhumanamente al lugar del suplicio» (Santa Brígida)


«Cristo ocupó el último puesto en el mundo —la cruz—, y precisamente con esta humildad radical nos ha redimido» (Benedicto XVI)


«(…) La envidia procede con frecuencia del orgullo; el bautizado ha de esforzarse por vivir en la humildad» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.540)

jueves, 28 de agosto de 2025

Cinco pasos de Romano Guardini para el Personalismo



 1. Atención al fenómeno concreto

Guardini comienza en lo pequeño, en lo vivido. Frente a la tradición metafísica abstracta que describía al ser humano en categorías universales, él se alinea con la fenomenología husserliana: atender a la “cosa misma”, al fenómeno tal como se da en la conciencia.

Aquí la persona no se define como un “qué” (especie, sustancia), sino como un “quién” que aparece en la experiencia.

Este paso rompe con el racionalismo puro y con el idealismo, porque coloca al ser humano en la vida concreta, histórica, irrepetible.

Filosóficamente, es un giro antropológico: el hombre no es el resultado de un sistema, sino que aparece en su existencia encarnada.


Crítica y aporte: Guardini adelanta lo que después hará el existencialismo: pensar al hombre no como definición, sino como proyecto en situación. El riesgo es caer en relativismo si solo nos quedamos en lo fenoménico.


2. La trama de sentido como Gestalt

El segundo paso introduce la idea de Gestalt (forma, configuración). Guardini absorbe de la psicología de la Gestalt y de la filosofía de Dilthey la idea de que la realidad no se da en piezas aisladas, sino en estructuras significativas.

La persona y el mundo forman una trama, una totalidad de sentido donde cada parte cobra relevancia solo en relación con las demás.

Aquí el mundo deja de ser objeto de dominio para convertirse en tejido de relaciones. La persona no es un átomo aislado.

Filosóficamente, se inscribe en la ontología relacional que después profundizará Buber (“Yo-Tú”) o Levinas (el otro como revelación).


Crítica y aporte: Evita el atomismo moderno, pero corre el riesgo de disolver la singularidad en la totalidad. Guardini lo resuelve diciendo que cada figura de sentido incluye a la persona sin anular su centro único.


3. Figuras de valor (Wertfiguren)

Aquí Guardini muestra su vena más axiológica (cercana a Max Scheler).

La vida humana no es neutral: en cada etapa vital emergen formas de valor (infancia, juventud, madurez, vejez) que configuran la manera en que la persona experimenta y decide.

Estas figuras no son ideas abstractas, sino estructuras vivenciales que hacen que en cada momento de la vida el mundo aparezca distinto.

Filosóficamente, significa que el ser humano es dinámico y procesual: no existe una “esencia” estática, sino una maduración a través de valores encarnados.


Crítica y aporte: este paso le da profundidad pedagógica y ética a su filosofía: la tarea de la educación es ayudar a reconocer, discernir y ordenar los valores propios de cada etapa.


4. Persona como ente relacional y autoposeído

Este paso es el corazón del personalismo guardiniano.

La persona es un “yo” que se posee a sí mismo (autoconciencia, libertad), pero que solo se realiza plenamente en la relación con un tú.

El yo no es pura autonomía ni pura dependencia: es libertad dialógica.

Aquí Guardini se distancia tanto del colectivismo (que disuelve al individuo) como del individualismo liberal (que lo encierra en sí mismo).

La persona alcanza densidad existencial al saberse llamada por otro, en especial por el Tú divino.


Crítica y aporte: Este equilibrio es de los más ricos del siglo XX. Lo filosófico está en conjugar fenomenología, ética y teología en un concepto robusto de persona. El riesgo es que la referencia teológica (Dios como Tú absoluto) pueda sonar a presuposición no compartida por todo interlocutor.


5. Del descubrimiento en la relación al sentido trascendente

El último paso es el más decisivo. Guardini insiste en que el ser humano solo llega a plenitud al abrirse a lo que está por encima de sí mismo.

No basta con ser consciente ni con tejer valores ni con vivir en diálogo humano: la plenitud exige trascendencia.

El hombre vive “de algo más alto”: lo llama Dios, pero en clave filosófica puede entenderse como la fuente de sentido que trasciende lo finito.

Aquí está su diferencia con el existencialismo ateo (Sartre, Camus): para Guardini, la apertura al infinito no es absurda ni condena, sino plenitud de la existencia.


Crítica y aporte: Es un paso arriesgado porque no todos aceptan la trascendencia como necesaria. Pero filosóficamente aporta una salida al nihilismo contemporáneo: sin apertura a algo más grande, la persona se ahoga en la inmanencia.


Síntesis de los cinco pasos

Paso 1: el hombre es fenómeno concreto, irreductible.

Paso 2: vive en un mundo de formas significativas, no en un caos.

Paso 3: madura a través de figuras de valor que marcan cada etapa.

Paso 4: se realiza como libertad en relación dialógica.

Paso 5: encuentra su plenitud solo al abrirse a la trascendencia.


En conjunto, Guardini dibuja una antropología personalista donde la persona no es ni engranaje ni mónada, sino un ser en tensión dinámica: entre lo concreto y lo universal, lo relacional y lo autoposeído, lo temporal y lo trascendente. Su filosofía es, al mismo tiempo, fenomenológica (parte de lo vivido), axiológica (fundada en valores), relacional (el yo en diálogo), y teológica (orientada a lo superior).


Nota: El artículo “Cinco pasos hacia la plenitud. El personalismo de Romano Guardini” no está escrito por Guardini mismo, sino por Juan Gabriel Ascencio en la Revista de la Asociación Española de Personalismo (n.º 7, 2018) como reflexión sobre la evolución del pensamiento personalista guardiniano en su obra Mundo y Persona (1939)


Principales aportes de Guardini al personalismo filosófico


Fundación de una antropología fenomenológica y concreta

Guardini rompe con las definiciones abstractas de “hombre” como sustancia o animal racional, y lo describe desde su vivencia existencial.

La persona es irreductible a categorías biológicas o sociales: es un fenómeno único, histórico e irrepetible.


Visión relacional de la persona

La persona no existe como mónada aislada; se constituye en el encuentro con un Tú.

Anticipa y profundiza la filosofía dialógica (Buber, Levinas), pero añade que la relación con Dios, el “Tú absoluto”, es fuente última de identidad.


Unidad dinámica de mundo y persona (Gestalt)

El hombre vive inmerso en estructuras de sentido (Gestalten) que no son objetos dispersos, sino tramas relacionales.

Esto quiebra el dualismo moderno sujeto/objeto: el ser humano no domina un mundo extraño, sino que coexiste en un tejido de significados.


Las figuras de valor (Wertfiguren)

Cada etapa vital (niñez, juventud, madurez, vejez) está marcada por configuraciones axiológicas específicas.

Aporta una visión procesual del desarrollo humano, donde educar y acompañar implica ayudar a discernir y realizar valores adecuados a cada momento.


Ética del corazón auténtico

Frente a un moralismo de reglas externas, Guardini coloca el énfasis en la formación del corazón: la ética nace de la interioridad, no de la mera obediencia.

La autenticidad personal es condición para la plenitud ética.


Superación del individualismo y del colectivismo

Critica la soledad del liberalismo moderno y la disolución del yo en sistemas totalitarios.

Su propuesta es una persona libre y autoposeída, pero abierta al otro y a la comunidad.


Centralidad de la trascendencia

La persona no se agota en lo humano: alcanza plenitud solo al abrirse a lo que está por encima de sí misma.

Filosóficamente significa que la persona es un ser-de-relación hacia el infinito, lo cual evita tanto el nihilismo como el inmanentismo cerrado.


Influencia pedagógica y cultural

Sus reflexiones nutrieron una pedagogía personalista: la tarea del educador no es transmitir ideas, sino acompañar procesos de maduración del ser.

También aportó una visión crítica de la cultura moderna, anticipando dilemas sobre técnica, masificación y pérdida de sentido.


Síntesis

El personalismo de Guardini es un personalismo de totalidad dinámica:

fenomenológico (parte de lo concreto),

axiológico (atravesado por valores),

relacional (el yo en el tú),

y trascendente (abierto al Absoluto).

Con ello dio al personalismo una base filosófica y espiritual de gran hondura, capaz de dialogar tanto con el existencialismo como con la tradición cristiana.

sábado, 23 de agosto de 2025

«Señor, ¿son pocos los que se salvan?» (Lc 13,23)



Domingo 21 (C) del tiempo ordinario

Hoy, el evangelio nos sitúa ante el tema de la salvación de las almas. Éste es el núcleo del mensaje de Cristo y la “ley suprema de la Iglesia” (así lo afirma, sin ir más lejos, el mismo Código de Derecho Canónico). La salvación del alma es una realidad en cuanto don de Dios, pero para quienes aún no hemos traspasado las lindes de la muerte es tan solo una posibilidad. ¡Salvarnos o condenarnos!, es decir, aceptar o rechazar la oferta del amor de Dios por toda la eternidad.


Decía san Agustín que «se hizo digno de pena eterna el hombre que aniquiló en sí el bien que pudo ser eterno». En esta vida sólo hay dos posibilidades: o con Dios, o la nada, porque sin Dios nada tiene sentido. Visto así, vida, muerte, alegría, dolor, amor, etc. son conceptos desprovistos de lógica cuando no participan del ser de Dios. El hombre, cuando peca, esquiva la mirada del Creador y la centra sobre sí mismo. Dios mira incesantemente con amor al pecador, y para no forzar su libertad, espera un gesto mínimo de voluntad de retorno.


«Señor, ¿son pocos los que se salvan?» (Lc 13,23). Cristo no responde a la interpelación. Quedó entonces la pregunta sin respuesta, y también hoy, pues «es un misterio inescrutable entre la santidad de Dios y la conciencia del hombre. El silencio de la Iglesia es, pues, la única posición oportuna del cristiano» (San Juan Pablo II). La Iglesia no se pronuncia sobre quienes habitan el infierno, pero —basándose en las palabras de Jesucristo— sí que lo hace sobre su existencia y el hecho de que habrá condenados en el juicio final. Y todo aquel que niegue esto, sea clérigo o laico, incurre sin más preámbulos en herejía.


Somos libres para tornar la mirada del alma al Salvador, y somos también libres para obstinarnos en su rechazo. La muerte petrificará esa opción por toda la eternidad...



Pensamientos para el Evangelio de hoy

«El cristianismo no es cuestión de persuasión, sino de grandeza» (San Ignacio de Antioquía)


«La Iglesia no crece por proselitismo sino “por atracción”» (Francisco)


«Se entra en oración como se entra en la liturgia: por la puerta estrecha de la fe. A través de los signos de su presencia, es el rostro del Señor lo que buscamos y deseamos, es su palabra lo que queremos escuchar y guardar» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.656)

jueves, 21 de agosto de 2025

Archivista: Conoce los cambios en la LOPD



La antigua LOPD contemplaba la expresión de ficheros como «un conjunto organizado de datos de carácter personal, independientemente de cuál sea la forma o modalidad de creación, almacenamiento, organización y acceso». 

El RGPD y la nueva LOPD suprimen la expresión «fichero de clientes» ( como ejemplo) y la reemplazan por la palabra «tratamiento». Ya no hablamos de «ficheros », sino de «tratamiento de datos personales». 

Por otro lado, denominamos Tratamiento cualquier operación o conjunto de operaciones realizadas sobre los datos personales o conjuntos de datos personales, ya sea por procedimientos 

automatizados o no, como son la recogida, registro, organización, estructuración, conservación, adaptación o modificación, extracción, consulta, utilización, comunicación por transmisión, difusión o cualquier otra forma de habilitación de acceso, cotejo o interconexión, limitación, supresión o destrucción. 

En algún momento se mencionan los datos especialmente protegidos en la LOPD y RGPD. 

Cuando nos referimos a datos sensibles, o especialmente protegidos, son los que inciden especialmente en la intimidad, las libertades públicas y los derechos individuales de las personas. Por ello, es necesario un mayor nivel de protección. 

En la antigua LOPD nos encontrábamos los relativos a ideología, creencia, religión, salud, vida sexual, origen racial e infracciones penales y administrativas. Con el nuevo RGPD se añaden tres categorías más: datos genéticos, datos biométricos y orientación sexual. 

También se exigen nuevas condiciones para el tratamiento de los datos, como el anonimato, el cifrado y la necesidad de un informe de impacto sobre la privacidad. 

Se exigirá recabar el consentimiento explícito y específico para una actividad concreta.

Archivista: Diferencia entre el delegado de protección de datos y el encargado del tratamiento de los datos

 


📌 Encargado del tratamiento

Definición (art. 4.8 RGPD): Persona física o jurídica, autoridad pública, servicio u otro organismo que trata datos personales por cuenta del responsable del tratamiento.


Ejemplo:

Una empresa de “cloud” que guarda las bases de datos de un hospital.

Una gestoría que procesa las nóminas de los empleados de otra empresa.


Funciones principales:

Tratar los datos solo siguiendo las instrucciones del responsable.

Garantizar medidas de seguridad adecuadas.

No subcontratar sin autorización del responsable.

Colaborar en auditorías y en el ejercicio de derechos de los interesados.


📌 Delegado de Protección de Datos (DPD o DPO)

Definición (arts. 37–39 RGPD, art. 34 LOPDGDD): Profesional interno o externo encargado de supervisar el cumplimiento de la normativa de protección de datos dentro de una organización.


Ejemplo:

Un DPD en una universidad pública que asesora al rectorado, revisa contratos, evalúa riesgos y responde ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).


Funciones principales:

Informar y asesorar al responsable y a los empleados sobre sus obligaciones legales.

Supervisar la aplicación del RGPD y la LOPDGDD.

Realizar evaluaciones de impacto en la protección de datos.

Ser punto de contacto con la AEPD y con los interesados.


⚖️ Diferencia esencial

El encargado del tratamiento ejecuta operaciones sobre datos por encargo del responsable.

El delegado de protección de datos supervisa y asesora, garantizando que tanto el responsable como el encargado cumplan la normativa.


📌 En pocas palabras:


El encargado “hace” el tratamiento.

El delegado “vigila y orienta” para que se haga bien y conforme a la ley.

Archivista: 🔑 Aspectos que mejoran la organización de un archivo

 


🔑 Aspectos que mejoran la organización de un archivo


Definir un cuadro de clasificación


Establecer una estructura jerárquica de series y subseries documentales.

Facilita localizar rápidamente documentos según su procedencia y función.


Aplicar normas de descripción y metadatos


Usar fichas, bases de datos o software de gestión para registrar autor, fecha, tema, tipología documental.

Asegura un acceso rápido y preciso a la información.


Diseñar un plan de ordenación física y digital


Estanterías, cajas y carpetas rotuladas con códigos claros.

En digital, carpetas y subcarpetas estructuradas siguiendo el mismo criterio.


Implantar un sistema de identificación y codificación


Signaturas, códigos alfanuméricos o etiquetas.

Permite que cada documento tenga una “dirección única”.


Establecer normas de préstamo y acceso


Controlar quién consulta y retira documentos.

Evita pérdidas y garantiza trazabilidad.


Aplicar calendarios de conservación y eliminación


Determinar qué documentos se conservan permanentemente y cuáles se expurgan tras un plazo.

Reduce la acumulación innecesaria de papeles.


Garantizar condiciones de conservación


Espacios adecuados en iluminación, humedad y temperatura.

Uso de materiales libres de ácido y protección contra plagas.


Digitalización y respaldo de documentos


Escaneo de los más consultados o de conservación obligatoria.

Copias de seguridad periódicas para prevenir pérdidas.


Elaborar manuales y políticas internas


Guías de procedimiento para que todo el personal aplique los mismos criterios.

Unifica la gestión documental.


Capacitación continua del personal


Formación en técnicas archivísticas, uso de software y normativas de protección de datos.

Garantiza que el archivo se gestione de forma profesional.


📌 En resumen:

Un archivo mejora su organización cuando combina estructura clara, control sistemático, herramientas tecnológicas, conservación adecuada y personal capacitado.