miércoles, 12 de junio de 2013

Mi experiencia en la Conferencia del Teólogo González Faus (Colegio Mayor Cheminade, 11 junio, Madrid)

El día de ayer pude conocer personalmente al teólogo José Ignacio González Faus, en la presentación de su último libro: "El amor en tiempos de colera...económica". Para mí ha sido un regalo de Dios conocer a este teólogo seguido desde mi época de estudio, en el seminario y luego en la Universidad, a través de sus múltiples publicaciones y atención a los más necesitados. Un teólogo lúcido, firme, de voz clara como su pensamiento, a sus 80 años de edad... Un teólogo que donde se presenta crea revuelo.

Allí además, hago un paréntesis, pude reunirme con María África, pastoralista, laica, de Segovia. Enrriqueciendo más ese encuentro.

La Mesa redonda giró en estas interrogantes:
¿Pueden dialogar la economía y la teología? ¿Qué opinan sobre la libertad, la fe o los mercados un teólogo, un economista y un sindicalista? ¿Hay soluciones éticas a la crisis económica? ¿Cuáles? Vivir en mitad de "El amor en tiempos de cólera... económica" fue uno de los ejes de la presentación-debate del último libro de José Ignacio González Faus, editado por RD-Khaf.
 
"No ha sido mi vocación, pero Cristo y los pobres me metieron en economía", apuntó el autor, acompañado en la mesa por el ex secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, y el economista y pastoralista Pedro José Gómez Serrano, profesor de mi casa de estudio. Además de los editores José Vidal y Juan Pedro Castellanos.  

Juan Pedro Castellanos, por parte de Khaf, recordó la "apuesta arriesgada y muy bien valorada" del camino emprendido entre la editorial y nuestra web, mientras que el director de Religión Digital, José Manuel Vidal, agradeció el papel de la editorial marista, "una bocanada de aire fresco en el panorama del libro religioso".
Sobre el libro, Vidal destacó que "es una gozada, por lo que dice, por cómo lo dice y por quién lo dice", un personaje que "ha permanecido en la mística de la resistencia activa durnate estos largos años de invierno" y cuyo papel, como el de tanto otros, hace posible que "estemos asistiendo a esta nueva ilusión que se abre en la Iglesia con el Papa Francisco.

Tomando el resumen de Religión Digital destaco:


Teólogos que hablan de economía

Abrió el fuego  Pedro José Gómez Serrano, quien se preguntó si los teólogos pueden hablar de economía, y destacó cómo el Concilio Vaticano II "acertó en la Gaudium et Spes" al señalar los límites del capitalismo salvaje. "En economía no vale cualquier cosa, ni solo la intención. Las acciones tienen consecuencias positivas o negativas, y por tanto merecen un juicio". 

Sobre el libro de Faus, Gómez Serrano destacó que "critica los fundamentos de la ciencia económica, el dogma del egoísmo y los mercados. Es un libro que expresa la protesta del ciudadano contra el dogmatismo y la demagogia que existe entre los economistas y los polÌticos". Y es que Faus grita por "una leal oposición, que no sea una fábrica de insultos y descalificaciones, sino de alternativas".

"El libro se hace pensando en las víctimas y sus problemas, en los que están hechos polvo, desorganizados. Y Faus expresa en voz alta, en sintonÌa con ello, protesta. El libro aporta una voz cristiana crítica y propositiva", añadió el economista, quien destacó que el jesuita "denuncia la idolatría que está obsesionada con mejorar el bienestar, y que convierte a la gente en desalmada y tramposa".

Sobre el papel de los cristianos, Gómez Serrano apuntó que "la Doctrina Social de la Iglesia es tremendamente radical, y aplicarla significaría un cambio revolucionario en el mundo socioeconómico, y ahí la Iglesia tiene mucho que aportar". Con un problema: "hay poca presencia, y la que hay aparece crispada, utilizando la condena como arma arrojadiza".

En su turno final, Gómez Serrano reclamó a "la Iglesia gorda", la institucional, pero también al resto de seguidores de Jesús, "tomar conciencia del carácter planetario de nuestro mundo; apuntar que, mientras no cambiemos el sistema, no todas las versiones del capitalismo son iguales, y que, en buena medida, el capitalismo sigue funcionando porque cuenta con nuestra complicidad". "Somos 2.000 millones de cristianos. Si nos lo tomáramos en serio, la cosa sería diferente. Por eso, la mayor contribución de la Iglesia es 'producir' gente buena. Sin buena gente no hay cambio".

Del mismo modo, insistió en la necesidad de "ser aliados de las víctimas y alentar la esperanza, la creatividad y la valentía". "No olvidemos que el Evangelio de Jesús, compartiendo 2 panes y 5 peces, creó tendencia. El Evangelio no creó soluciones, marcó tendencias".

El Amor es lo que hacen los que quieren que el mundo siga

Por su parte, José María Fidalgo, agradeció a Faus "lo bien que escribe. El libro se lee que da gusto, es un libro valiente de tesis, y creo que tiene razón". El ex secretario general de CC.OO. alabó el título, "ingenioso y atractivo", aunque sugirió otro: "El amor en San Agustín, cuando afirma aquello de que el Amor es lo que hacen los que quieren que el mundo siga".

Sobre la crisis actual, Fidalgo destacó que se trata de "una crisis macroeconómica, social, política y moral", y se mostró bastante escéptico con "nuestra capacidad de aprender de los errores". 
"El oprimido corre un riesgo de pasar a ser opresor", y de contagiarse de los "vicios del clientelismo y el sectarismo". Una crisis moral "de costumbres, Y cuando ya se ven y se escuchan en la calle cosas absolutamente abyectas y excéntricas... es que aquí pasa algo muy gordo".

Frente a ello, "hay que hacer un discurso ético, y hacerlo hacia arriba: coger a las élites y leerles la cartilla. Y hacer mucho discurso ético porque estamos en una sociedad de ciegos". Como la que hace Faus en su libro. "Faus escribe muy bien porque se cree lo que dice", dijo el líder sindicalista. "Estamos viviendo en un mundo de descreídos. Hay que dejar hablar a todo el mundo, pero las voces más altas deben ser de los que se lo creen. Hacen falta voces como ésta, que atruenen. Eso, y cooperar entre los buenos, y para ser buenos hay que ser muchos. Que nadie se quede en su casa".

Una economía del Amor
Finalmente, José Ignacio González Faus, sj, hizo suya la expresión fundante de la Gaudium et Spes, "los gozos y las esperanzas de los pobres de la Tierra son gozos y esperanzas de los discípulos de Cristo" para justificar su trabajo. Y para denunciar: "Es una pena que las angustias de los más pobres estén metidas en el congelador". ¿Cuál es la alternativa? La más sencilla, la más difícil. "Una economía del amor".
El teólogo hizo un repaso de las ocasiones en las que la Biblia habla de "economía", que no es otra cosa que "la administración de la casa. Economía es gestionar lo que hay y lo que dice la Biblia es que deberíamos gestionar la creación de Dios de modo que sirva para todos".
Faus fue especialmente crítico con la moral de la propiedad. "En el cristianismo primitivo la propiedad no es un derecho primario. Cuando has cubierto tus necesidades, todo aquello que te sobra ya no es tuyo. Dar limosna no es caridad, es un acto de justicia, le devuelves al pobre lo que es suyo". Frente a esto, "nuestro sistema económico está basado en un sistema de propiedad ilimitado".
El teólogo jesuita proclamó que "otro mundo es posible, pero sólo si lo queremos entre todos". "Este libro no quiere crear ira, pero es que se acumula por sí solo cuando la gente lo pasa tan mal", añadió Faus, quien profetizó que "nuestro sistema está creando unas diferencias que pronto no serán soportables, porque amenaza la Tierra y, sobre todo, porque no nos hace felices".

"Ojalá cambiemos este desorden imperante", culminó el autor.

Ronald Rivera
UPSAM

sábado, 8 de junio de 2013

A una Teo Simbología: Conocimiento Simbólico - Parte Final

 

Cuando nos referimos a una Teo Simbología nos referimos a un proceso teológico que resalta el desarrollo "autoimplicativo" del creyente frente a la presencia de Dios, ante el "Misterio" divino. Un proceso autoimplicativo que no es otra cosa que la comunicación a través de la admiración del creyente y la presencia de Dios mismo, que es hermosa, evocadora, y que supera nuestro ser. Para ello es necesario familiarizarnos con el término "símbolo" como aquello que se muestra y nos hace pensar, y diferenciarlo del signo que sólo indica una realidad y ya.

Diferencias entre Símbolo y Signo

En el vínculo

1. El símbolo y su destino son distintos pero inseparables: el segundo necesita del primero.
1. El signo y su significado son independientes  y el segundo se conoce antes.

En las zonas

2. Hay ámbitos humanos que sólo con símbolos son perceptibles (el tú, el yo, la belleza...)
2. Cada ámbito ya conocido por el hombre admite signos (tráfico, lenguaje...)

En la claridad

3. Cada símbolo tiene un destino variable según las personas y los momentos de cada una.
3. Cada signo debe tener un sólo significado claro y unívoco (vino de beber, o de venir)

En el origen

4. Los símbolos no se crean a voluntad, nacen, tal vez en el inconsciente colectivo...
4. Los signos son fruto de una convensión o de una costumbre o ley natural (el humo)

En la duración

5. Los símbolos se debilitan y mueren como tales, si callan o cambian su destino.
5. Un signo siempre se recupera enseñando su significado.

En la actitud

6. Por su función simbólica la mente es recptiva, acogedora, admirativa.
6. La capacidad de significar una cosa con otra (poner en señas, en-señar) es activa.

En la acción

7. Los símbolos tienen un vigor epifánico, expresivo.
7. Los signos muestran la creatividad del hombre.

En la cantidad

8. No conocemos ninguna realidad incapaz de simbolizar alguna vez.
8. Los signos se multiplican constantemente; naturales, usuales o arbitrarios...

En la transmisión

9. La pedagogía del Símbolo es iniciática, pide cuidado, ya que auto-implica al sujeto.
9. Los signos se en-señan, se traduce lo que antes se cifró así (pdf significa...)

En el uso

10. Por la fuerza cognitiva de los símbolos se busca manejarlos (en publicidad, política, etc...)
10. Los signos implican la comunicación y a veces se abusa de ellos (siglas, etc...)

En el lenguaje

11. La dimensión del símbolo originaria del lenguaje es aún muy importante (mito, poesía...)
11. Que las palabras son signos no se puede negar, pero no sólo ni siempre.

En la vitalidad

12. Las enefermedades de los símbolos y su muerte pueden tener estas causas:

a. Por suplantar su destino con su propia materia simbólica, lo que conduce a la magia, al fetichismo, idolatría, etc... (Un icono no es divino, aunque se inciense).

b. Por transformación del insconsciente colectivo o base existencial y social en que nacieron: la luz del fuego apenas dice nada en la era eléctrica.
 
c. Por suplantación del destino originario de un símbolo (el poder de Dios) por otro (la exaltación de la virginidad como puereza sexual).

d. Por asignarlos un significado concreto y reducirlos a signos. Una de las peores enfermedades litúrgicas y religiosas, en general (también de las artísticas, etc...)

12. La ignorancia de su significado enmudece a los signos, que son recuperables.

Los símbolos narrativos que se conocen como mitos 

(Relatos remotos que presencializan las acciones divinas o sobre-humanas que ordenaron el cosmos) y sus modalidades menores: las historias ejemplares (epopeyas, tragedias y comedias del teatro o del cine), las historietas, los cuentos... Los apólogos, las parábolas, las fábulas, los chistes... son formas literarias autoimplicativas; con un "esquema-narrativo-abierto, que cualquiera puede rellenar de acuerdo con los contextos para reconocer que de te fabula narratur" (U. Eco).

Sus enfermedades y muerte se producen por hermenéuticas erróneas:

1. Racionalismo, al atribuirles una veracidad literal.
2. Alegoricismo, como si fueran un ropaje de una verdad ya conocida aparte (como sucede con los signos).
3. Apropiación epocal de su destino. No sería grave que nuevas épocas logren expresar relaciones nuevas con lo indicado por los viejos mitos, pero algo siempre se pierde...
4. La "hermenéutica" fenomenológica los salvaguarda al anotar su función simbólica.




Ronald Rivera

Teólogo

Universidad Pontificia de Salamanca




viernes, 7 de junio de 2013

Mi mirada a los gestos proféticos del Papa Francisco





En este año 2013 la Iglesia católica ha vivido dos acontecimientos históricos de particular relevancia: La renuncia de Benedicto XVI y la elección de su sucesor, Francisco, un Papa no europeo. El primer caso no sucedía desde la renuncia de Celestino V en 1294. El segundo no había ocurrido desde Gregorio III, de origen sirio, que fue Papa del 731 al 741. Ambos son signos de una Iglesia viva en un momento histórico singular.

La elección del Papa Francisco tiene varias lecturas. El hecho de que sea un Papa no europeo está claramente expresando la catolicidad y la universalidad de la Iglesia. Al mismo tiempo, indica como el catolicismo se ha deslizado hacia el Nuevo Mundo. Todos estos aires de renovación hacen dirigir las miradas sobre la  madurez teológica de Latinoamérica, nos hace fijar la mirada en su testimonio martyrial, nos hace detenernos en sus fuentes  de renovación a partir del Concilio Vaticano II, de especial mención los documentos del CELAM de Medellín y Puebla... Dos documentos que han servido de rieles a la teología latinoamericana.

El Papa Francisco, su origen americano, hijo de emigrantes, es una valoración definitiva de las nuevas cristiandades de América, después de 500 años desde que comenzara la evangelización del Continente. Al mismo tiempo que habla de mestizaje del encuentro entre pueblos y culturas.

La elección de un jesuita como sucesor de Pedro expresa que la vida religiosa está en el centro de la Iglesia y que los religiosos no son sacerdotes de segunda, sino que, al igual que el clero diocesano, sirven a la causa del Reino de Dios en primera línea.

El Papa Francisco es un ejemplo de la Nueva Evangelización y de la Nueva Pastoral, sólo basta con ver como en medio de una Iglesia con tantos retos internos y externos, ha logrado revivir la Esperanza, la Fe y la Caridad, en un escenario que daba toques de monotonía y desactaualización... La fórmula del Papa Francisco, muy simple y predecible, es el Evangelio, no sólo en palabras sino y sobretodo en gestos. Una pastoral menos deductiva y más inductiva. Menos signo más símbolo... El símbolo da que pensar, el signo sólo indica algo y ya.

El nombre de Francisco - en memoria de S. Francisco de Asís, es signo evidente de su predilección por la pobreza, la sencillez y los valores que representa el santo de Asís. Es también, recordando a S. Francisco Javier, una invitación a la misión.

Los gestos del Papa Francisco nos recuerdan la lectura meditada del Evangelio y es muy significativo tres hechos vividos intensamente en España: El levantamiento de veto de los libros del teólogo José Antonio Pagola, la apertura del proceso de beatificación de Monseñor Oscar Romero (este último hecho no tocado por los anteriores Pontífices), y las recientes elecciones episcopales en España; Obispos con un perfil de Pastor (Es de resaltar que la Iglesia española espera íntimamente un cambio y ante el término del tiempo de gobierno episcopal de las sedes de Madrid y Barcelona, este cambio puede llegar pronto). Destaco personalmente un cuarto gesto, su cercanía a las mujeres, se deja abrazar y besar, rescatando un factor humano que se había perdido desde hace mucho en la figura Pontifical, y paso obligante para un rumbo más fraternal de la Barca de Pedro.

Esta Iglesia que se renueva - comenzando por el Papa-, es, para todos los cristianos, una exigencia de cambio, buscando una mayor fidelidad al mensaje de Jesucristo.

Ronald Rivera

Teólogo

Universidad Pontificia de Salamanca

domingo, 2 de junio de 2013

A una Teo Simbología: Conocimiento Simbólico - III Parte

Interpretar los símbolos sin degradarlos a signos

Tomamos para este punto un texto propuesto por el teólogo José Luis Corzo:

"Hoy somos mucho más sensibles a la fecundidad de la Biblia en la historia, a la repercusión que ha tenido, a los efectos que ha creado (Wirkungsgeschichte), a la afirmación de San Gregorio Magno, según los textos crecen con el lector, a la idea de una interpretación infinita, y de una hermenéutica inacabable (postexto). Aquí hay que situar la historia de los cuatro sentidos de la Escritura (literal, alegórico, moral, analógico), iniciado en Orígenes, formulado por primera vez por Casiano y que sintetizado en este dístico: Littera gesta docet, quid credas alegoria, quid agas moralis, quo tendas anagogia, determinó toda la exégesis medieval..." Olegario González de Cardedal, "Biblia, Iglesia, Teología. Reflexiones preliminares" en S. Guijarro - G. Hernández (coords.), Los ecos de la Escritura. Homenaje a J.M. Sánchez Caro (Evd, Estella 2011) 263-296, p. 294 - 5.

Comentario: Por lo que muestra este texto (y otros tantos), es por lo que hay una pedagogía iniciática, que conduce (gogein) al principiante hasta la puerta misma del Misterio y allí le deja sólo. Nada más y nada menos. Esto es, le acerca hasta la materia (musical, pictórica, textual, natural o como sea) que ya antes ha ejercido la función de ser símbolo para otros, y el "hierofante" desea que éste también la viva. Pero, en vez de descifrarle y comunicarle su significado (lo que equilvadría a tratar el símbolo como un signo y degradarlo, como quien suple con otra una realidad conocida), le ayuda a que traduzca a su propio lenguaje y a su propia vivencia personal esa materia simbólica (hecha de sonidos y melodías, o de relatos, mitos y estrofas, o de pigmentos y formas plásticas, etc). Es decir, les ayuda a trasvasar aquello (que fue vivido como símbolo) de una cultura arcaica, tal vez, a esta nuestra, de un modo de hacer - in illo tempore- a estos nuestros de comportarnos. Piénsese en cómo ayudaríamos a unos esquimales para que entendieran la vivencia cristano-judía expresada por esta invocación: "Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo".

Con  este preámbulo (prae-lectio, prólogo) se puede abandonar el neófito a su propia y verdadera interpretación simbólica personal de la lectio, del logos, de la melodía... Steiner advierte que "el lector u oyente individual puede convertirse en un ejecutante de significado sentido (de un símbolo vivido) cuando aprende de memoria un poema o un pasaje musical. Aprender de memoria es proporcionar al texto o a la música una claridad y una fuerza vital que habitan en ellos mismos".

Ronald Rivera
Teólogo
Universidad Pontificia  de Salamanca