domingo, 13 de febrero de 2022

Lección 3: ¿De qué me sirve Platón?



Platón es uno de los grandes filósofos de la antigüedad y de toda la historia de la filosofía. La teoría de las ideas es la base a partir de la cual sistematiza todo su pensamiento y la razón de sus escritos era continuar la obra de su maestro Sócrates, que había quedado interrumpida con su muerte. 


A Platón le interesaba la defensa de la polis (ciudad) como entidad política y económica autosuficiente y finalmente quería hacer encajar en una sola teoría las tesis opuestas de algunos de los presocráticos como por ejemplo las teorías de Heráclito y Parménides.


La teoría de las ideas pretende ser una respuesta a la cuestión ética, política e histórica y queda expuesta dentro de su obra de gran extensión, de aproximadamente 35 diálogos auténticos. En todos estos el protagonista central es Sócrates quien por medio de la mayéutica llegaba a la verdad.  Gran parte de la teoría de Platón está explicada a partir de mitos; hago referencia a dos de ellos:


El mito de la caverna que se encuentra en la República, la obra más importante del Platón y el mito del carro alado que se encuentra en el libro de Fedro. La teoría de las ideas es esencialmente una teoría metafísica que nos habla de la realidad gnosiológica, nos habla del conocimiento antropológico y psicológico y nos dice cómo es el hombre y su alma y también constituye el fundamento de su ética y su política.


La teoría de Platón divide la realidad en dos: el mundo sensible que es el que nosotros cotidianamente conocemos. Nos dirá qué es la realidad aparente. Y el mundo inteligible que representa la verdad. En el mundo sensible hay cosas y está situado en el espacio y en el tiempo y se ve afectado por el cambio y el movimiento. Por esta razón las cosas son físicas alterables y temporales. En el mundo inteligible en cambio no hay cosas hay ideas, es un mundo sin tiempo ni espacio y tampoco se ve alterado por el cambio. Por esto las ideas son invariables, inmateriales y eternas con esta descripción es evidente que las ideas son superiores a las cosas pero Platón aún va más allá y nos dirá que las cosas son copias de las ideas es decir que las cosas existen porque existen las ideas de cosas por ejemplo las mesas particulares del mundo sensible existen porque existe la idea de mesa. Esto significa que las cosas dependen de las ideas y Platón nos dirá que las cosas mantienen una relación de participación o de imitación de las ideas y así queda claro que las ideas son superiores a las cosas pero no todas las ideas son iguales también hay una jerarquía entre ellas en el lugar más bajo están las ideas de cosas, como la idea de mesa, después vienen las ideas matemáticas como el teorema de Pitágoras. Las ideas más elevadas son las ideas de valores como la idea de justicia y por encima de todas ellas encontramos la idea más importante de todas la idea de bien.


La idea de bien vendría a ser la madre del resto de ideas. Con esta caracterización podemos ver que las ideas son tan perfectas que escapan a nuestra percepción, pero entonces ¿Cómo tenemos constancia de su existencia? ¿Cómo las podemos conocer?.  Platón nos dirá que para conocer las ideas tenemos que ascender por los diferentes niveles de conocimiento que son cuatro.


El nivel más bajo es la Eikasía o imaginación, un conocimiento muy limitado.  Por encima de este está la Pístis, que según Platón es una creencia razonable. Es razonable porque intenta dar explicaciones sobre los fenómenos, pero se sigue fundamentando en la realidad aparente y por esto no deja de ser una creencia. Estos dos niveles se sustentan en la realidad sensible y en consecuencia nos proporcionan un saber poco fiable. 


La doxa u opinión nos hace desprender de la poca seguridad que nos ofrece el conocimiento sensible. Es ascender hasta llegar al conocimiento de lo verdadero y lo haremos cuando logremos llegar a la Diánoia o razonamiento. Ya se considera un nivel de conocimiento superior porque nos posibilita conocer las ideas, pero no llega a todas, tiene un límite: las ideas matemáticas. Para conocerlas se debe realizar por la intuición, a la que llegamos a través de la dialéctica. Una técnica de análisis que nos ayuda a entender la jerarquía que hay entre las ideas. Estos dos últimos niveles de conocimiento conforman el saber verdadero y la epísteme o ciencia.


Ya hemos comentado que Platón a menudo se sirvió de mitos para explicar y justificar su teoría y en el mito de la caverna nos expone toda esta cuestión metafísica y gnoseológica. El mito nos plantea la siguiente situación imaginémonos una caverna donde los hombres están sujetados por cadenas de tal manera que sólo ven la pared que tienen enfrente. Detrás de estos hay un fuego y unos hombres que transportan objetos cuyas sombras se proyectan a la pared los hombres atados no ven los objetos transportados solo ven sus proyecciones. Platón nos dice que creen que las sombras que ven son la realidad las cadenas que los atan simbolizan el conocimiento por los sentidos y las sombras las cosas del mundo sensible. Por esto en esta situación, sólo podemos acceder al nivel de conocimiento más bajo, pero Platón nos dice que imaginemos que uno de estos hombres logra liberarse de las cadenas, cuando este hombre desatado se gire y vean los objetos probablemente dudará pero acabará comprendiendo que las sombras sólo son proyecciones de éstos y cuando esto suceda ya habrá ascendido hasta un nivel de conocimiento más elevado. Ahora este hombre ya no está atado por las cadenas pero aún se encuentra en el mundo de la caverna que simboliza el mundo sensible. Para conocer la verdad tendrá que salir al exterior de la caverna, en el momento en que lo haga podrá ver que fuera de la caverna hay todo un mundo más grande y más claro que representa el mundo inteligible. Poco a poco también puede observar los objetos naturales: los árboles, las plantas, las flores, etcétera y acceder a un grado de conocimiento superior,  porque estos objetos naturales representan las ideas. 


Finalmente podrá ver que todo lo que hay en el mundo exterior depende de la luz y del calor del sol que simboliza la idea de bien y cuando entienda todo esto habrá alcanzado el grado de conocimiento más elevado la Noesis. Con toda esta explicación tenemos claro cómo es la realidad y entendemos que para conocerla tenemos que ascender por los distintos niveles de conocimiento, pero ahora nos podemos preguntar ¿Quién conoce cómo encajamos nosotros en esta cuestión metafísica y epistemológica?  Para entender esto tenemos que hablar de su visión del hombre.  Platón nos dirá que el hombre está compuesto de cuerpo y de alma y esta es una unión antinatural porque el alma en realidad pertenece al mundo de las ideas y posee también una naturaleza divina.    Sin embargo el alma no es una idea, es diferente, las ideas son objetos de conocimiento mientras que el alma es sujeto de conocimiento. La cuestión es que si el alma pertenece al mundo inteligible porqué está en un cuerpo en el mundo sensible. Para explicar esto Platón vuelve a recurrir a una alegoría el mito del carro alado. En este nos dirá que el alma es como un carro de caballos alados conducidos por un hombre. Hay un caballo blanco que representan las tendencias nobles y otro negro que representa las tendencias materiales. Platón nos explica que en un momento dado el caballo negro se desboca, el jinete es incapaz de controlar las tendencias opuestas de los dos caballos y el carro entero cae en el mundo sensible.  El alma por tanto cae en el mundo sensible y queda encerrada en un cuerpo por esto Platón nos dice que el cuerpo es la prisión del alma y que el hombre es una unión accidental, resultado del accidente del carro alado.  El problema es que además el alma cuando cae olvida su verdadera naturaleza y cómo era el mundo al cual pertenece. Por esta razón el hombre para conocer tiene que recordar.  Esta teoría es conocida con el nombre de teoría de la reminiscencia.  


Para Platón el conocimiento es en esencia recuerdo y esto está relacionado con la técnica socrática de extraer la verdad de dentro de los diálogos. Es la mayéutica, que parte de la base que ya poseemos la verdad. Sólo se trata de recordarla, pero para hacerlo tenemos que caminar por los distintos niveles de conocimiento, sólo así lograremos recordar, reconocer la verdad y las ideas.


Como hemos comentado antes, la teoría de las ideas constituye el fundamento de la ética y la política platónica. Todas estas teorías justifican su modelo de estado en la República. Platón diseña un estado de orientación ética.  Nos propone un sistema político en el cual se persigue por encima de todo el bien de la comunidad. El bien de la comunidad es el reflejo en la República de la idea de bien y esto sólo se conseguirá cuando los sabios gobiernen.  Esta teoría se conoce con el nombre de intelectualismo moral y parte de la base que el conocimiento del bien diviniza por lo tanto quien conoce el bien lo ejerce y al revés el mal se hace por ignorancia. A partir de este planteamiento ético Platón justifica su concepción del estado ideal. 


Platón nos dirá que dependiendo de la propia naturaleza, dependiendo de la parte del alma que domine a cada ciudadano, éste tendrá una función u otra dentro de la república. A los que les domina la parte racional tienen la virtud de la prudencia y tienen que gobernar son los sabios y los filósofos. Son los que están más capacitados para hacer el bien. A los que les dominan la parte irascible del alma tienen valor y por eso serán los encargados de la defensa de la polis, son los guardianes. Por último a los que les domina la parte irascible del alma, se preocupan por las tendencias materiales y pueden desarrollar la moderación. Serán los artesanos los que forman parte de la clase productora. Para Platón una república equilibrada es una república justa cada uno debe tener una función de acuerdo con su capacidad natural y esto se tiene que potenciar mediante la educación de los ciudadanos. Platón da mucha importancia a la cuestión pedagógica dentro de la república sobre todo en referencia a la educación de los gobernantes, quienes sólo estarán preparados para gobernar después de 50 años siendo educados y orientados. Para cumplir con esta tarea también es importante remarcar que el modelo político platónico conforma un estado totalitario, las clases sociales son fijas, la familia está prohibida, los niños pertenecen al estado no a sus padres, también quedan eliminadas las manifestaciones artísticas como la pintura o la poesía porque según Platón exaltan la belleza de lo sensible. No obstante Platón dentro de las clases sociales no hace distinciones de género, tanto hombres como mujeres pueden pertenecer a cualquiera de los tres grupos ya que lo que nos diferencia es nuestro tipo de alma, no el sexo, que es un órgano del cuerpo.


¿Cómo relacionas el pensamiento de Platón con la situación política en la actualidad? Escribe tu respuesta en los comentarios.


@RonaldMRiveraA

1 comentario:

  1. Es lamentable que los gobernantes de los países pobres no tengan las cualidades naturales para ejercer su función sinó que son individuos que llegaron allí por codicia para devorar los bienes del pueblo.

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