viernes, 24 de septiembre de 2010

Elecciones Parlamentarias y el "Príncipe" de Maquiavelo


Ha pocas horas de las elecciones parlamentarias de la República de Venezuela es imposible hacerse ajeno al clima "publicitario" y "partidista" ante los posibles candidatos. Una nueva oportunidad en estos once años (de estricta polarización) para verse dentro de una maraña de opciones que pocas veces ofrecen una solución real. Aún así, algo es indiscutible y es que en el actual regimen no ha existido ni el más mínimo momento de paz y concordia, al contrario son once años en que la división entre los venezolanos es agudizante, la inestabilidad económica insuperable, la confrontación entre la Iglesia y el Estado altamente ofensiva, las promesas sociales no son reflejadas en la vida lujosa de sus abanderados... En fin hemos vivido una profundización al CAOS y a lo más triste: a la falta de Respeto mutuo.

De allí que sin dudas lógicas el estado actual de nuestro país es cada vez peor, y nadie asume su parte. Todos esconden sus cuchillos ensangrentados con que han masacrado lo que quedaba de país.

Ante lo manifestado, hoy al detenerme en una lectura del "Príncipe" de Niccolo Machiavello, encuentro unas líneas que pueden ayudar a la decisión ante el derecho del voto:

" Quien se adueña de una ciudad acostumbrada a vivir libre y no la deshace. Debe esperar ser deshecho por ella, porque siempre la tal tendrá por amparo en sus rebeldías la palabra libertad y sus antiguas instituciones, las cuales nunca se olvidan, ni por el tiempo transcurrido ni por los beneficios que se reciben" (Libro V: Cómo gobernar las ciudades)

Acaso el regimen actual no actúa para destruir todo aquello que antes de la "revolución" velaba por la libertad. O es que nunca, anteriormente, nos hemos sentido libres...

Continúa Maquiavelo:

"Si no se desune y dispersa a los habitantes, éstos no olvidarán su libertad ni sus instituciones" (Libro V: Cómo gobernar las ciudades)

Acaso el regimen actual no hace lo imposible para acentuar la división entre los venezolanos, y proclama su Xenofobia.

Podemos concluir con otra verdad reveladora del "Príncipe":

"Al usurpar un Estado, debe su ocupador discurrir y hacer todas las crueldades de un golpe, para no tener que insistir en ellas todos los días y para poder, no repitiéndolas, tranquilizar a los ciudadanos y ganárselos haciéndoles beneficios" (Libro VIII: De los que llegan con maldades).

Acaso el regimen actual no compra a sus seguidores con bonos paupérrimos y consoladores; no compra acaso sus seguidores con promesas de una felicidad terrena a semejanza de su Cuba "imaginada" en sus peores pesadillas.

Me parece que las lecturas siempre ayudan a conservar el buen juicio, siempre atentado por la ignorancia inducida por las políticas "MAQUIAVÉLICAS".

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