En la mañana lluviosa de este martes he podido participar por primera vez como profesor de la apertura académica del Seminario de Valencia. La celebración que empezó con la Santa Misa presidida por Mons. Del Prette (Arzobispo de Valencia), forma parte de un sueño muy personal. Aún cuando viví por 7 años en el Seminario y llevo laborando casi cuatro, nunca había sido profesor de aula, siempre esperando el mejor momento. Y el momento llegó, por lo que viví cada minuto de la Misa.
Motivado por la lluvia la ausencia de profesores era notoria, aún así se contó con la presencia de varios sacerdotes y algunos laicos. Ver a profesores que me formaron y caer en cuenta que ahora formamos un equipo de formadores es algo muy gratificante. Es mucho lo que le debo al Seminario de Valencia, es sin duda una verdadera familia. Muchos sacerdotes presentes fueron mis compañeros de clases. El Rector actual siempre ha estado en mi canimo formativo. Todos han dejado una gran huella en mí.
La clase magistral de apertura está a cargo del Padre Ilija, sacerdote con quien pude compartir en mi época de seminario, como seminarista de curso superior. El tema a tratar es sobre "la Liturgia". En pocos minutos pasaré al almuerzo preparado para los profesores, cosa que espero con ansias.
Doy muchas gracias a Dios por este momento, y le pido a la Santísima Virgen María, que siempre me asista en esta labor. Mons. Del Prette explicaba en la homilía lo importante que es mantenerse a la sombra e imitación de Jesús Buen Pastor, de amar a la comunidad, de servir a la Iglesia, siempre asistido por el Espíritu Santo. Sin duda he crecido en la Iglesia y me siento feliz de vivir para servirle en mi pobreza.
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