jueves, 7 de octubre de 2010

Apertura del curso de Postgrado en Teología


Uno de los mayores regalos de la Providencia Divina ha sido el poder cursar mis estudios de postgrado en teología sistemática. La teología sin duda es un camino que entre empujones y fáciles tramos me ha tocado andar. Recuerdo con entusiasmo los primeros pasos en la filosofía, todas las herramientas que en tres años cursados en el Seminario de Valencia me han ayudado a definir varios pasos. Y con mayor gusto saboreo los años en que estudié teología, cuatro años llenos de anécdotas, de amigos, profesores, formadores, apostolados, tiempo propicio a la lectura y a la reflexión. Cuatro años de estudio que corresponden a una cantera donde he extraído sin dudas todo lo que he obtenido hasta este momento. Es de esos tiempos donde conservo mis mejores amigos, mi mayor énfasis académico, donde se gestaban los mayores sueños. Luego de ya once años la teología ha vuelto tocar mi puerta, y como un especial regalo el Seminario de Valencia y el Seminario de Caracas han permitido que continúe mi formación teológica sacando la maestría en teología sistemática, por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.

De esta manera el cuatro de octubre participé en Caracas en la apertura del curso. Un día lluvioso donde recordábamos a San Francisco de Asís. Luego del desayuno todos se alistaban para la celebración de la Misa, presidida por Mons. Tineo, Obispo Auxiliar de Caracas. Allí nos encontramos compañeros de estudio y profesores, en un ambiente muy alegre. Compartí con algunos seminaristas, entre ellos varios religiosos. La Misa fue semejante a la de apertura de curso en el Seminario de Valencia, al terminar la Eucaristía pasamos a la clase magistral, en el salón de conferencias. Las palabras de apertura de parte del padre rector del Seminario de Caracas fueron muy oportunas y formativas, en ellas fue explicando algunos numerales de la “Pastore dabo Vobis”. La clase magistral fue desarrollada por la directora de Caritas en Venezuela, se centró en los documentos del Concilio Plenario de Venezuela, he hizo un cuadro comparativo de la Venezuela de hace diez años atrás y la Venezuela actual. Destaca que los problemas son los mismos y en algunos más graves. Una cosa bastante triste. Lo que si se resalta es el papel activo de la Iglesia en resolver y atacar esos problemas, aún cuando el actual gobierno desprestigia y la persigue.

Luego del almuerzo regreso a Valencia gracias a la caridad del Padre Alfonzo, quien manejaba. En el viaje a regreso hablamos mil y una cosas edificantes. Para luego encontrarme con mi esposa y mi hijo.

Es así como he empezado ya el tercer semestre en teología sistemática.

No hay comentarios:

Publicar un comentario