miércoles, 13 de octubre de 2010

El iPad no sirve para…


• Encender los carbones y ventear la parrilla.
• Retener la suciedad en la jaula de los periquitos.
• Comenzar una canción de Héctor Lavoe (“¿Tu amor es un iPad de ayer?”).
• Lanzarlo como papelillo desde el balcón durante desfiles y clausuras de eventos multitudinarios.
• Ponerlo en remojo con pegamento para que los niños en edad escolar confecciones máscaras y títeres.
• Utilizarlo como felpudo a la salida del autolavado.
• Que los pregoneros se ganen la vida en las esquinas de la ciudad.
• Estrellarlo contra las paredes como catarsis cuando nos disguste mucho una noticia.
• Que el detective privado, sentado en el banco de una plaza, se oculte mientras espía a un marido infiel.
• Tirar taquitos.
• Dejarlo olvidado por ahí luego de usarlo.
• Envolver hallacas.
• Lanzárselo al perro (o no se debería).
• Hacer origami.
• Embalar copas, cuadros y figurillas de cerámica durante una mudanza.
• Abrigar a los desamparados en las noches de mucho frío.
• Proteger el piso de manchas mientras se pintan las paredes.
• Hacer avioncitos.
• …Y mucho menos barquitos que lanzaremos luego a un río o pondremos a navegar en la bañera.
• Humedecerlo y colocarlo dentro de los zapatos nuevos para aflojarlos.
• Rellenar el muñeco de Judas en Semana Santa.
• Envolver los aguacates para que maduren.
• Cuando se desborde el inodoro.
• Tostar pan o pelar papas.
• Envolver regalos (…aunque como regalo no está nada mal).
• Nivelar la masa al momento de preparar empanadas.
• Introducírselo en la boca y tragárselo con el fin de esconder un secreto comprometedor.
• Limpiar los cristales de las ventanas.
• Extenderlo entre la tierra y el vidrio del frasco de compota para que así broten cálidamente las caraotas del germinador.
• Darles consistencia a las montañas del pesebre navideño.
• Ponerlo debajo del carro para determinar dónde cae la gota de aceite.
• Casos de emergencia en un baño de carretera.
• Envolver bacalao.
• Escribir un mensaje en él y luego perfumarlo, doblarlo y deslizarlo con discreción hacia uno de los bolsillos de la persona amada.
• Ventilar a una doña que se desmayó en el metro.
• Que las adolescentes ansiosas rellenen su brassier.
• Guarecernos de la lluvia.
• ¡Ah, y tampoco para sacar fotos, grabar videos, leer dispositivos USB, realizar llamadas telefónicas y reproducir archivos de Flash!


Ilustración: Irene Pizzolante
irenepizzolante@gmail.com

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