domingo, 15 de octubre de 2023

Invitados a la Boda: Todos, Todos, Todos

 Invitados a la boda




Desde la libre elección podemos decidir si acudir o no a la invitación de algún evento, como por ejemplo de una boda. Eso es lo que Jesús nos cuenta en el Evangelio de la XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario (2023).

Se casa el príncipe, y el rey avisa a los invitados que la boda está preparada. Los invitados andan ocupados en sus cosas, por lo que deciden no acudir a la boda. Por segunda vez el rey manda a sus criados insistiéndoles. Sin embargo, los invitados vuelven a negarse. El rey entra en cólera acabando con aquellos invitados y prendiendo fuego a la ciudad. Posteriormente envía a los criados a los cruces de caminos invitando a todos los que vean, buenos y malos.

Al entrar el rey a saludar a los convidados, descubre que uno no está bien vestido para la boda y lo arroja a aquel lugar del llanto y rechinar de dientes.

Jesús nos muestra con esta parábola, que todos somos invitados a la gran fiesta del cielo, pero que algunos se niegan acudir por estar ocupados en sus "propios negocios". En esas cosas que ocupan su corazón y llenan su tiempo.

Nos hemos atrevido a ir dejando a Dios, poco a poco, de lado en nuestras historias personales y comunitarias. Hemos quitado a Dios de nuestras escuelas, de nuestras calles, hemos quitado cualquier imagen de Jesús, de la Virgen o de cualquier santo de nuestra casa... Quizás por vergüenza, o porque ya no nos dice nada. Pero lo peor no es sólo esa actitud exterior, sino la actitud interior. Es decir, hemos  ido creando un vacío de Dios que lo hemos llenado de otras cosas. Y tal es así, que cuando Dios no está en el corazón, cuando la bondad no habita en nosotros, lo ocupará satanás con sus enredos. Dejaremos que lo habite el mal. Y así va nuestro mundo, dejado de manos de la maldad. Donde la verdad se oculta, la moral se hace desaparecer y la bondad es de risa.

Seguimos estando invitados a la gran boda, y como decía el Papa Francisco en ese encuentro de jóvenes en Lisboa, todos, todos, todos, estamos llamados a participar, a vestirnos del traje de la misericordia, de la compasión, de la caridad. Ese será nuestro vestido para poder entrar y estar en la gran fiesta del cielo.

@RonaldMRivera (Instagram)

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