Con la consolidación de la REPAM en el territorio con el objetivo de promover una Iglesia con Rostro Amazónico, el Papa Francisco llega al territorio, Puerto Maldonado el 18 de mayo del 2018 e inaugura oficialmente el Sínodo de la Amazonía. La preparación consistió en una consulta organizada al Pueblo de Dios en el territorio. Se realizó un proceso creativo donde se registró más de 80 mil voces. Por la importancia y el impacto, se refiere a esta eclesial como La Escucha, una práctica que se repetirá en el Encuentro de la Iglesia en América Latina y el Caribe y en el Sínodo de la Sinodalidad. Los obispos de la Amazonía llevando la reflexión surgida en la escucha participan con el Papa Francisco en el aula sinodal en Roma, octubre 2019. La participación plena de líderes indígenas, especialmente mujeres y religiosas misioneras del territorio tuvo un gran impacto. El Documento Final, fue aprobado con inmensa mayoría y, en febrero del 2020 el Papa Francisco publica su Exhortación Apostólica sobre el mismo documento.
En este proceso sinodal la relación entre la experiencia del lugar y los nuevos vínculos que se realizan en tres movimientos visibles, están cargados de movimientos eclesiológicos. Primero, el papa Francisco, el Pontífice y Pastor de la Iglesia Universal, el centro visible, llega al territorio e inaugura el Sínodo de la Amazonía en la presencia de sus pastores y representantes de los pueblos originarios. Segundo, luego de la Escucha, la Iglesia de la Amazonía se desplaza a Roma, el centro de la Iglesia Universal para continuar el proceso en el aula sinodal hasta finalizar el Documento Final. Tercero, la Iglesia de la Amazonía retorna enviada con el mandato oficial para proclamar la Buena Nueva en su propio territorio.
Es como un segundo Pentecostés con el impacto del Espíritu, el retorno de la Iglesia pascual a Galilea. Los vínculos son nuevos, el lugar es el mismo, pero visto con nuevos ojos, es una Iglesia de arraigo y peregrina.
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