lunes, 27 de marzo de 2023

Sinodalidad y Teologías: Teología feminista latinoamericana

 



Sinodalidad y Teologías


Teología feminista latinoamericana


La teología feminista se presenta como una búsqueda radical de la dignidad y el lugar de la mujer, así como del papel que ha de desempeñar y los derechos que ha de ejercer en la Iglesia. Reacciona contra una teología que califica de patriarcal, androcéntrica y unilateral (Halkes, 1980: 122-137).


La teología feminista nace como reflexión dentro de los cánones de la teología de la liberación. Usa la metodología del ver-juzgar-actuar. Parte de la realidad de la mujer, la juzga a la luz de la Palabra de Dios y toma decisiones respecto de las acciones que deben transformar esa realidad. En América Latina la teología feminista ha tenido su propio desarrollo. En la actualidad el contexto latinoamericano favorece toda reconstrucción de paradigmas, entre los factores podemos mencionar: La fuerte crisis ideológica y el desmoronamiento del orden económico mundial. Se celebra la Conferencia de Aparecida, que busca revivir el espíritu de misión que ardía en los documentos de las anteriores conferencias (En especial el de Medellín y el de Puebla) ante el estancamiento de las comunidades eclesiales de base. Y la ocasión de los 500 años de la Conquista, y 200 de independencia europea, que ha fortalecido la teología indígena. Se pide que se asuman las mediaciones antropológicas y simbólicas para la construcción de esta teología. Es por ello que surge una actitud hermenéutica radical anti patriarcal, que busca proponer una teología nueva: inclusiva y no patriarcal.


La tarea de rescatar lo femenino de la teología se considera insuficiente. Ivonne Gebara afirma que se precisa reconstruir la teología. Se indica la necesidad de trabajar las teorías de género para desarrollar con más seriedad el discurso teológico y la hermenéutica bíblica feminista (La mediación socioanalítica se cambia por las teorías de género). Las mujeres negras e indígenas piden que se asuman teorías antropológicas y de la simbología. La actual época es fecunda en su rica producción y en el posicionamiento de sus contribuciones al quehacer teológico general. De esta manera, la realidad de la mujer comienza a tener mayor rostro, significado y pertinencia.


La hermenéutica feminista Elisabeth Schüssler Fiorenza


Es tal vez la teóloga feminista que más ha trabajado la hermenéutica y por eso nos referimos a su trabajo. Ella pretende realizar una exploración teórica de las condiciones hermenéuticas y de las posibilidades epistemológicas necesarias para una práctica feminista crítica de lectura de los textos androcéntricos, mediante la elaboración de tales lecturas en el contexto de una teoría crítica, interdisciplinaria y feminista. Pretende una interpretación bíblica con un método de lectura política feminista. El método que propone consiste en desconstruir el núcleo patriarcal de las tradiciones bíblicas y elaborara el discurso político alternativo de la ekklesia en el seno de las religiones bíblicas.


La interpretación bíblica debe reconceptualizarse en términos retóricos. Comprende el patriarcado no sólo en términos del esquema sexo-género sino en el de estructuras de dominación interrelacionadas (kyriarcales) de aristocracia masculina (de relaciones de dominio). La teología de Elisabeth Schüssler Fiorenza está en la línea de las teologías de la liberación, que critican el statu quo y se elabora a partir de experiencias de opresión (cfr. Schüssler, 1996).


Perspectiva histórica igualitaria


La hermenéutica feminista puede comprender los símbolos cristianos a partir de la valorización del elemento humano en una perspectiva histórica igualitaria. Esta propone que las lecturas bíblicas deben ser revisadas, debido a que poseen una connotación sexual y, por tanto, mantenedora de desigualdad, en la medida en que centraliza en la figura humano-divina del hombre la primacía del ser humano. La hermenéutica feminista ve necesario releer los mitos del antiguo Testamento y los símbolos más importantes del Nuevo con el intento de integrar el elemento humano (hombre y mujer) en el símbolo (cfr. Gebara, 1994: 34).


La hermenéutica feminista es una hermenéutica ética


Se podría caracterizar como contracorriente respecto a la ética patriarcal y se propone pasar (cfr. Gebara, 1994: 36):


De la prioridad del hombre (sexo masculino) a la igualdad entre hombre y mujer.

De la exclusión de la diferencia o de su afirmación en un esquema jerárquico a la afirmación de esa diferencia como fundamental en todos los procesos vitales.

De la afirmación absoluta de la ley a la afirmación absoluta de la vida.

De la unidimensionalidad religiosa a la pluridimensionalidad, es decir, a la posibilidad de acogernos a la diversidad de expresiones originadas de una misma raíz fundadora; de la ilusión de la objetividad a la afirmación de la riqueza de las subjetividades.

De la afirmación de los rígidos esquemas de pureza e impureza a la afirmación de la vida humana como mezcla de esos esquemas.


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