lunes, 10 de enero de 2022

¿Deseas una sociedad de Pensadores Críticos? Promueve la Lectura y sus Habilidades




Toda comprensión parte de un texto (o situación) que uno lee sea para dar con una tarea, una solución o poner ese entendimiento en uso. Por lo general un estudiante se acerca a la lectura para poder ser competitivo y lograr tener éxito en su desempeño académico. No obstante, el propósito de la lectura está íntimamente conectado con la motivación para leer de la persona. Es decir, la motivación es esencial para el éxito en el proceso de aprendizaje, debido a que su ausencia en la lectura da el mismo resultado que si esta no se hiciese. Esto se debe a que la comprensión del texto sin motivación está anulado de todos sus beneficios al no tener aplicación posible. Los docentes deben ayudar a los estudiantes a descubrir por ellos mismos el valor de la lectura crítica y aplicar sus beneficios en su día a día. El mayor beneficio de la lectura es el pensamiento crítico, ambas habilidades son indispensable en el proceso para la argumentación. 


La argumentación es “(...) una condición intrínseca del discurso que le aporta solidez al escrito y prestigio personal al productor del texto” (Begoña, 2009, p. 3). Para llegar a ser un pensador crítico se necesita desarrollar, nutrir y promover la habilidad de la lectura y la habilidad de la argumentación. Es tarea de la pedagogía facilitar los medios para que los estudiantes puedan leer más (Cassany, 2006).


La pedagogía está constituida por diversas actividades académicas, técnicas, cognitivas, económicas, administrativas, sociales y gerenciales. Todas esas dinámicas exigen de los docentes y estudiantes enfrentar situaciones y tareas que involucran la lectura crítica, la escritura analítica, el desarrollo del pensamiento crítico y la argumentación. Estas tareas son esenciales para resolver problemas no sólo académicos de forma, sino humanos de fondo, es decir para dar respuestas a las demandas cognitivas.


La pedagogía está llamada a tener un dominio progresivo, formal y coherente en sus distintos campos disciplinarios para proponer programas educativos donde los estudiantes, e inclusive todos los miembros de la comunidad académica, puedan aprender a entender los textos y poner en práctica los contenidos (Márquez, 2009).


Este proceso de aprendizaje apunta a la motivación de las habilidades cognitivas de la persona: Lectura, escritura y pensamiento crítico, dando concepto a un nuevo tipo de alfabetización que ya no se limita sólo a saber leer y escribir. El nuevo alfabeto actual está vinculado al juicio crítico que implica el manejo de la información. Las habilidades de la lectura y el desarrollo del pensamiento crítico responden a la necesidad actual de estar siempre informado y por consiguiente se les incluyen las siguientes tareas: Estrategias para buscar la información, localización y acceso a la información, uso de la información, síntesis y evaluación de la información (Márquez, 2009). 


No es posible enseñar las habilidades de la lectura y el desarrollo del pensamiento crítico en el vacío. Es decir, las habilidades deben estar presentadas por la pedagogía provistas de conocimiento plasmado en un texto, para que el estudiante pueda interpretar. 


@RonaldMRivera

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