sábado, 15 de enero de 2022

Pensamiento Crítico, Lectura y el número 35 de la Agenda 21

 


El enunciado número 35 de la Agenda 21 de la Cultura nos dice:


"Invitar a creadores y artistas a comprometerse con las

ciudades y los territorios; identificando problemas y conflictos

de nuestra sociedad, mejorando la convivencia y la calidad de

vida, ampliando la capacidad creativa y crítica de todos los

ciudadanos y, muy especialmente, cooperando para contribuir

a la resolución de los retos de las ciudades.”


En el enunciado número 35 se nos recuerda que es un deber de los creadores y artistas identificar los problemas y conflictos de su Comunidad para mejorar su convivencia y su calidad de vida. Y uno de los requisitos que se necesitan para alcanzar mejores niveles de vida y una sana convivencia es estimular bien los actores sociales de la Comunidad el pensamiento crítico, que no es simplemente pensar, sin pensar en algo que queremos comprender y hacer de la mejor manera posible. Así se aprecia y evalúa el proceso de manera que se pueda tomar decisiones durante el mismo. Decisiones que van a permitir alcanzar nuevas propuestas, de forma libre y fundamentada, que garantizarán un mejor futuro en Comunidades innovadas.


El pensamiento crítico va unido al espíritu de la Agenda 21 de la Cultura, en cuanto se desea mostrar la Cultura como un vehículo accesible del aprendizaje, que emana directamente del quehacer antropológico de todas las personas, y no solo de manera sesgada o de élites. Esto nos hace mover en un ambiente de negantropía social, que facilita la transferencia de conocimiento, aspecto característico de la Ciudad Educadora. Esta transferencia de conocimiento no significa dar todo el conocimiento en una especie de “píldora” o “fórmula mágica”, lo que implica este concepto es incentivar a que todos los que hacen vida en la Comunidad busquen la estrategia para aprender algo nuevo todos los días.


El ejercicio que nos refiere el enunciado número 35 para ampliar la capacidad creativa y crítica de todos los ciudadanos también puede interpretarse como una  invitación a la expansión de conocimiento, y para ello es necesario tener presente tres factores: El fomento de la reacción cognitiva de las personas para que tienda a ser siempre pensamiento crítico. El acceso a contenidos críticos. Y un entorno donde se pueda expresar el pensamiento crítico de forma libre y en sus dos tipos, como: Conocimiento en sí y como conocimiento para contribuir a la mejora de vida.


En el enunciado número 35 cuando nos refiere que los creadores y artistas deben cooperar para contribuir a la resolución de los retos de las ciudades, con ello se nos indica que han de ser capaces de utilizar el pensamiento crítico para lograr un beneficio concreto en la Comunidad. Ser capaz de utilizar un pensamiento crítico es no  aceptar la opinión general, oficial o dictaminada, sin antes cotejar esa opinión con las ideas individuales, para conocer los argumentos a favor y en contra, y luego tomar una decisión propia respecto a lo que se considere verdadero o falso, aceptable o inaceptable, deseable o indeseable.


@RonaldMRivera

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